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ABC SEVILLA 30-01-1930 página 3
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MADRID- SEVILLA 30 D E E N E R O DE 1930. NUMERO 10 CTS. SUELTO DIARIO ILUSTRA- J CERCANA A TBTUAN, SEVILLA Su entrada en los campos ha sido nefasta, pues, enredados a las intrigas soviéticas de las localidades visitadas, defendiendo en ocasiones una u otra parte litigante, es lo cierto que desde hace tres años, que fué muerto Dimowski y con un proceso ruidoso cayó la espada de la justicia comunista sobre los campos, el odio del paisanaje a esos enviados periodísticofiscales ha acrecido, y confiesa la Prensa que los atentados y asesinatos de los sielkierow se han duplicado en el año 1929, con relación al anterior. No soporta l a autoridad soviética tales demasías, pero del estado de ánimo rural h a sacado una consecuencia: la de que son los mismos comunistas los que abusivamente ejercen cargos de confianza en muchos distritos y aldeas, dando ocasión de quejas y de que circulen anónimos, en los que se lee que los bolcheviques no protegen la libertad ni la vida del camipesino, y que son indignos de continuar gobernando al pueblo, que engañaron y engañan DO. N. A Ñ O VIGÉ 8.454 tff S 1 MOSEXTO REDACCIÓN: PRADO DE SAN SEBASTIAN. SUSCRIPCIONES Y ANUNCIOS: MUÑOZ OLIVE, A B C E N FRONTERAS ESLAVAS Lo que pasa en Rusia ni Eí instinto y la astucia asiáticos del se, cretario absoluto del partido comunista ruso están eir lo firme desconfiando de propios y extraños. L o s renegados de Trotski y el grupo de Rykoff- -presidente del Comité de comisarios- asi como otros miembros del Consejo central soviético denominados derechistas desdeñosamente, dan miedo al dictador. Que los primeros laboran con reservas mentales es más que probable, y en cuanto a los segundos, es franca su actitud de crítica al programa intransigente de Stalin. L a tierra para todos y todos para la tierra proclama la doctrina del comunismo en Rusia, y cuando Zinowieff. en viaje de propaganda, fué al Cáucaso, y en mitin monstruo explicaba los beneficios de Los factores actuantes en la propaganda la reforma agraria, uno de sus oyentes le de las comunidades agrícolas hablan como dijo verdad rotunda: Zinowieff y otros prohombres del mágico- -Comprendido. Nos ofrecéis e l mar, el apoderamiento por los Soviets de Turquía, mar que será nuestro, pero los peces y. Persia, India, o desbarran como el comicuanto contiene el mar os pertenece. Los sario Barchanoff, que declara a los aldeacampos son nuestros y el trigo vuestro... nos de su distrito: Podéis esconder o no Dice el camarada Zinowieff que los So- vuestro ganado, pero el resultado será idénviets irán a Turquía, a Persia, a la India, tico os cogeremos cuanto poseéis y os dey lo que nos importa es que se vayan de iaremos sólo dos carneros Otro agente de aquí. la autoridad es menos conciso y les dice: L a resistencia de los labradores a los E s indispensable llegar a la comunidad centros de producción colectiva se com- de la casa, campos, enseres, mujer y todas prende por su refractaria mentalidad a lo las cosas Así habló el camarada Sechanoff nuevo y porque abusan de ellos espanto- a los cosacos de Stalingrad, y quedo en samente los Comités locales y de distrito, enterarme si los ha convencido... los empleados y mandatarios con ejercicio de autoridad en cada parcela de l a roja L a población rural de Rusia ha aprendido República. P a í s de tal extensión, dividido algo con la revolución es sabedora de que y subdividido bajo la férula de Soviets no puede levantarse en armas contra el Sograndes y mínimos, pero en cualquier caso viet potente, y lo ataca según sus medios: caciquiles, del Gobierno o del paisanaje, que no son baldíos y desdeñables, puesto muestra una conformación de anomalías que con ellos se inicia y arrecia en Rusia políticosociales y morales peores que las extensa guerra civil. del tiempo pasado. Los centros de producU n recentísimo acuerdo del Comité cención colectiva, que podrían ofrecer relativa ventaja al jornalero, a los biedoíy despro tral, voz suprema de la República, es un vistos de tierra o con la insuficiente pava paso adelante en la senda que marca Stalin su existencia, esos también rechazan la re- a ios Soviets. L a reforma agraria ha de forma. U n a aspiración de libertad, que in- emprenderse con mayor premura, a saber: fundió en las almas de los mujiks la revo- el plan era colectivizar 24 millones de lución, y una tradición de holganza y tra- hectáreas en cinco años, v la ordenanza bajo independiente, les hace rechazar la re- del Comité central oara que la ejecute el forma de trabajo y retribución en común Gobierno es la de que se colectivicen 30 y que j a m á s resultan equitativas. Para los millones de hectáreas en el año de 1930. L a aldeanos ricos tampoco es conveniente, la campaña comprende terrenos del Norte caureforma, a la que se resisten o se someten cásico, de Ucrania y del medio y. bajó ficticiamente. Y es en las estepas pródigas Volga. ¿Stalin tiene la intuición de una obra donde se desenvuelven con crímenes y sanciones terribles la historia rural del bol- magna o le ciega la ambición de una manía cheviquismo. de grandezas? Abierto ante nosotros está el libro en que vamos leyendo a Rusia, v Los distritos en los cuales han fracasa- sus folios, de misal bizantino, escritos con do o aún no funcionan los Centros agríco- sangre, no tienen f. n. son inacabables, v no las colectivos son abrumados de impuestos, sabemos lo que en ellos escribirá el destino. y los aldeanos no cu tivan los campos, pues SOFÍA C A S A N O V A el comisario se leva los cereales S i los cultivan y recolectan, esconden el grano; K i c z y n enero, loso. pero los requisitores lo descubren y se i n cautan de él v de los aoeros de labranza. Se defienden los desposeídos, se defienden a j a par los kulaky. aldeanos pudientes, y odio, incendios, sangre separan al mujik y al coL A S D O S M U S A S -M e importaba mumisario gubernamental. Para tener noticias cho averiguar si, en materia de presentaciofidedignas del estado de los campos, se ha nes teatrales, las tesis del Sr. Bragaglia, diinventado un funcionario a medias corres- rector del teatro de los Independientes, en ponsal periodístico y- agente administrativo: Roma, se asemejaban a las mías... Porque QÚtib. ¿er mu. yo tengo, mis tesis en materia de presenta- ciones- teatrales; y no veo por qué, con estar escasamente interesado por el teatro al uso, no iba a tener en esta cuestión voz y voto, cuando parece que uno de estos días voy a volverlos a tener, en cosas ciertamente m á s alejadas de mi competencia, como son l a vida edilicia de Madrid o la culpabilidad de los borrachos, que en las verbenas del venidero mes de junio cometan algún desaguisado grave. Pronto me convencí de que no, de que las ideas del Sr. Bragaglia, en punto a presentación teatral, no se asemejaban a las mías. No se asemejaban por el instante. Hago esta salvedad, porque, habiéndose declarado el Sr. Bragaglia, en el curso de su conferencia, ardiente experimentalista, hasta el punto de no considerar su romana institución más que como un continuado experimento- -y luego, en conversación particular, tan amigo de sucesivas novedades, que, según él, cada obra se trae a la -scena, trae consigo unos inéditos sistemas y estilo de presentación- no parece imposible que, en plazo corto o largo, lo que yo prefiero entre a ser igualmente preferido por el inquieto d i rector del teatro de los Independientes. C l a ro que tampoco entonces se podrá decir que haya adoptado las aludidas ideas; porque las soluciones interinas no son ideas; y, aun sin necesidad de exigir para que éstas existan, aquella atribución de eternidad formulada por el divino Platón, bien puede asegurarse que no hay ideas donde no hay. por lo. menos, un largo reposo en el seno de la verdad adquirida. Pero, ¿qué se le va a hacer? E l culto a los valores permanentes, que fué ayer patrimonio de la parte más noble de la Humanidad- -y estoy seguro que volverá a serlo, eñ un ya inmediato mañana- no ha llegado por el instante todavía a tal grado de general difusión que corra las calles. L o común, entre los nacidos en el siglo x i x aunque sea hacia sus postrimeras, es soportar en forma de criterio de relatividad, la herencia del Evolucionismo, tan propio de l a mentalidad del Ochocientos. Se figuraron averiguar los hombres de esta época que todo en el mundo real fluía y cambiaba; ¿qué mucho que sus próximos descendientes guarden la superstición de la fluencia y, del cambio, en el mundo ideal? Bragaglia se figura sinceramente satisfacer una exigencia profunda de la sensibilidad contemporánea cuando procura que, dentro riel experimentalismo de sus métodos, cada nueva representación traiga una sorpresa. Pero ese artístico animador no es sólo un hombre sincero, sino un espíritu i n teligente. Su inteligencia le conducirá muy pronto a conocer un gran secreto: que. en el teatro como en toda materia estética, si una musa es la novedad, otra musa es la previsión. L a primera se llama Esnasmata. la M a ravilla, pero la segunda se llama Mnéme, l a Memorif. D I M I S I Ó N -M e costaría un esfuerzo ocultar que aquel convencimiento, pronto adquirido, de una escasa vecindad ideológica, con Bragaglia tuvo matices de desencanto para mí. De él y de sus ensayos conocía poco. Pero, en cambio, conozco mucho de lo que se hace o se va a hacer en Italia, inspirado por este imperativo de la hora, que es un imperativo de reconstrucción Pero no se puede construir sin estructurar. Toda arquitectura supone una estructura; tod -t rdenamiento de materiales, un conceptual, pía GLOSAS 1

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