Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC SEVILLA 12-07-1930 página 10
ABC SEVILLA 12-07-1930 página 10
Ir a detalle de periódico

ABC SEVILLA 12-07-1930 página 10

  • EdiciónABC, SEVILLA
  • Página10
Más información

Descripción

A B C. SÁBADO 12 D E JULIO DE 1930. E D I C I Ó N D E ANDALUCÍA. P A G to proporciones mayores o menores, tengamos tinados a producir pastos que han de alimenlangosta, que nos obliga a combatir, sin que tar esos espléndidos rebaños de ganados que sea humanamente posible llegar a la compleconstituyen ciertamente una riqueza. Buena CHEGAS ta extinción. Pero la vamos conteniendo, sin parte de esos terrenos se arriendan por canque. salga de sus dominios, ni haga daño en tidades exorbitantes a ganaderos forasteros, La plaga de langosta los cultivos. E s una de las plagas del camque han de e s q u i l a r l o s huevos. si: quieren po de trágico historial, y nada más, porque hacerse la ilusión de que ganan dinero, L a provincia de Ciudad Real es acaso, ya nos encargamos de que no levante caentre todas las de España, l a más ferozE s algo corriente que estos señorescarbeza. mente castigada por tremendas invasiones guen con la obligación de matar l a langosta de langosta, que han quebrantado de maneE s un hecho que cada cierto número de por los distintos procedimientos que l a ley ra sensible su riqueza. A s í recordamos que años se nota un recrudecimiento en l a plaseñala, entre los que podemos citar la rotuel riño 1922 los daños ocasionados en los culga, que, de no estar prevenidos siempre, ración de: las porciones infestadas durante tivos pasaron de veintidós millones de pépodría ocasionarnos un serio disgusto. Éste el invierno y empleo de insecticidas en p r i selas. Y el siguiente, con una invasión de recrudecimiento lo notamos el año anterior, mavera. Pero esto no suele pasar de una cincuenta y dos m i l hectáreas, hubo que gasy en el presente se ha acentuado mucho cláusula en el contrato, porque l a realidad tar cuatro millones de pesetas para domimás. Y el fenómeno debe de ser general, es muy otra. E n la época en que la langosta narla. N o es posible formarse una idea de pues, según noricias que vemos en la Prenverifica la aovación, ellos están a muchas lelo que es una plaga de langosta si no es sa, llevamos dos años de grandes invasiones, guas de estos lugares, y como el traje les viéndola. sobre todo en el Norte de África, al punto viene ancho, no se ocupan de enterarse de de haber atravesado en vuelo el Estrecho de este detalle, porque. cuanto metros se hable Este año de 1923 se hizo una campaña Gibraltar y posado en l a provincia de M á- del asunto, mejor. Se oponen con todas. las sencillamente formidable, y los daños apenas laga, ocasionando graves daños a sus cultifuerzas disponibles a que se dé n i un araalcanzaron l a modesta cifra, de doscientas vos. Estos recrudecimientos no son debiñazo en los terrenos infectados, prefiriendo cincuenta mil pesetas, cuando todo estaba dos, como hay quien supone, a que l a lanque les escarifiquen una paletilla, y como preparado para que hubieran desaparecido gosta tenga más de una generación o a que máximo transigen con meter algunos- cerdos las cosechas de toda l a Península Ibérica. deponga doble o triple número de huevepara que se coman los canutos, a los que no Aún recuerdo con emoción aquella campacilios que los correspoudintes a su proceso tardan en poner un herrete o cortarles l a ña memorable, que pudo ser realizada grabiológico normal (de 35 a 40) Nada de eso; geta para que no puedan hozar. E n primacias al tesón y a los alientos de dos homla causa, en nuestra opinión, es la falta o es- vera todo son excusas para i r ganando tiembres beneméritos, para quienes l a provincia casez de parásitos, que constituyen un auxipo y largarse a sus tierras, y ¡ahí quede Ciudad Real debe tener un recuerdo i m da eso! perecedero. D o n Rafael Gasset, ministro de liar poderoso en l a lucha contra l a plaga y Si son los dueños de los terrenos quiénes Fomento, y D Juan de l a Prida, -gobernador contra todas las plagas. los explotan, y por ende los obligados a- excivil. L o s dos han muerto, y por esto les Los muchos años de práctica dedicado a tinguir l a plaga, podemos asegurar que en hago justicia con el recuerdo; de haber v i estos menesteres me autorizan para sentar la mayoría de los casos la decoración varía vido, no me atrevería a hacerlo sin exla siguiente afirmación: En las campañas ponerme a chocar con l a coraza de su mo- contra la langosta, lo único sencillo es ma- por completo. H a y más interés por cumplir con l a ley y en general están convencidos destia. tarla. ¡Lo demás sí que es difícil! Vamos a de los grandes perjuicios que su inhibición L a gran proporción de terreno inculto de ver si logramos poner esto en claro. les acarrea, por lo que se ocupan del asunto la provincia (más del co por roo de l a suL a l a n g o s t a tiene su domicilio social en cada vez con más cuidado. Conste que hablo perficie) es causa- de que todos Tos años, en esas inmensidades de terrenos incultos des- POR TIERRAS MAN i HA R l A S m FLOR A LIA LA PARTIDA ahora el admirable P A S T I M E L a l H u m ó de S á n d a l o para arquear, engrosar y ennegrecer las pestañ a s? (1) E L -Y o iría a l Viaducto; ¡p e r o e s t á tan alto... E L L A -Y o me a r r o j a r í a a. los rieles... ¡p e r o va el tren tan deprisa! E L ¡M e d e j a r é morir d hambre! E L L A ¡M e d e j a r é morii; de sed! (Ha pasado una. semana, Paquita pasea por las poéticas arenas, tapando con. su sombrilla chinesca a un sobrecargo joven, y soñador. ¡No hay remedio 1 Paquita debe acompañar a tu padres, que van de veraneo a un pueblecito de la costa cantábrica. Paquita está muy enamorada de Joaquín, funcionario de Hacienda, que no puede moverse de Madrid por carecer de Ucencia paternal. La despedida ha sido Jrágica. Se ha hablado del sublimado, del ácido prúsico y de la ametralladora. Por fin, el instinto de. conservación se ha impuesto, y, tras de mil juramentos y promesas, ha pitado la máquina y ha quedado en el andén un pollo con la cabesa al aire y una rosa en la mano. LOCIÓN HIGIÉNICA S U P R I M E L A S IMPUREZAS D E L S U D O R SI A N T E S D E L B A I L E del tennis o de otra clase do sport tiene l a p r e c a u c i ó n de utilizar el e s p e c í f i c o por abundante que fuere su t r a n s p i r a c i ó n no se e m p a ñ a r á n sus seducciones. E s de efecto r á p i do, y puede aplicarse en cualquier raomen- to de la toilette P a r a ello basta con impregnar u n algodoncito en S U D O R A L es un l í q u i d o incoloro y transparente, que no mancha ni irrita, desinfectando las ropas afectadas. S U D O R A L lia obte n i d o G r a n Diploma de Honor en el T e r cer Congreso X a ional Precio: 1 pta. de Sani 2,50, 4,50, 8,50 y dad. 18,50. E L L A ¡S e lo juro a usted! ¡Soy libre como el a l batros! E L N D B y O -i Y no tend r á usted nada por los M a driles? E L L A ¡N o me hable usted de M a d r i d! Aunque t u viera allí la hacienda, ¡c o mo si no (Es en la villa y corte. U cenador en la Cuesta dé las Perdices. Una damita roja, acompañada de una dama negra, cena con El. EL ¿Qué v a a ser de m i sin ella? E L L A ¿Q u é va a ser de m í sin é l? E L ¿Q u i é n la l l e v a r á como rico presente un frasco del finísimo R O J O ILÍQ U I D O a l Jugo de Rosas para embellecer m a g n í f i c a mente sus labios? (1) ELLA. ¿A quién llevará L A D A M I T A ¡L e envidio a u s t e d el apetito! ¿S i e m p r e c o m e usted tanto? (1) E n envase corriente, 3 pesetas. De lujo, 4,50 pesetas. Especial para artistas, ptas. Creación d e F L O R A L I A S- A Madrid Mélica 1 K L ¡M e h a b í a hecho el p r o p ó s i t o d e contenerme; pero, la verdad, soy tan d i choso; es tan bella la vida para m í (1) Caia- eon espejo y ce-

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.