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ABC SEVILLA 25-07-1930 página 3
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MADRID- SEVILLA 25 D E 1 U L 1 O D E 1930. NUMERO 10 CTS. CERCANA A TETUAN, SEVILLA DIARIO ILUSTRADO. A Ñ O V 1 GES 1 M OS E XTO N. 8.605 OLIVE, SUELTO REDACCIÓN: PRADO D E S A NSEBASTIAN. SUSCRIPCIONES Y ANUNCIOS: MUÑOZ E n nuestro plano, felizmente sin el enco- proa levanta espuma, jadean y sudan los no de la guerra de razas, podemos servir fuertes hombres, silenciosos. Mientras tanto, al país en su crisis actual con firme con- los vaporcitos de pesca pasan al lado de l a secuente proteccionismo de lo nuestro, con trainera sin manifestar el menor esfuerzo, y el inquebrantable propósito de usar ropas, ia dejan a t r á s con toda la- sencillez del muebles, perfumes y cuantos productos nos mundo. E l A B C en su reciente artículo V e- da el p a í s decididas a imponer modas de Naves de vela, barcas de remos: todo eso ranear en E s p a ñ a llama la pública aten- telas y adornos regionales baratos para está en- derrota. E l vapor ha hecho inútil ción con un toque de su acendrado patrio- que se generalicen y a propagar el libro es- la lona, inútil el remo, i n ú t i l e l esfuerzo tismo incólume, y animada por su noble pañol. E l libro español, que casi no sale violento y la paciencia inteligente, el sudor voz me dirijo cordialmente a mis compa- de nuestras fronteras, en tanto que el extranjero entra arrogante a afrancesar los y, la tensión jadeante. L a máquina reina en triotas en estas líneas. el mar. Y a los rudos hombres de la costa no gustos y el tono... L o s enemigos de nuestra Patria han Cada una de nosotras, humilde o alcur- tienen que perseguir l a pesca a fuerza de abierto el fuego de sus frentes sobre la remos; van a las remotas calas tranquilaHacienda española. Se debilita la moneda, niada, en esta ocasión inquietante ha de estiembla el crédito, opreso por la especula- forzarse por mejorarla. L o s enemigos de mente sentados sobre cubierta, como vulgación internacional, y el raudal límpido de la E s p a ñ a apuntan sus armas a los. miembros res proletarios. Y las velas, lo mismo que peseta no corre rítmico cual sangre en las del Estado, a los pies y los brazos, para los remos, caen en desuso. arterias del organismo económico de l a na- herirlos y paralizarlos. Opongámonos. Cada Por eso es tan atrayente la vista de una ción, sino que cae hemorrágico en las s i- una de nosotras conjunte su voluntad a goleta, resto arbitrario, vestigio anacrónico otras voluntades, sumando ú n bloque de m i- de un modo de civilización que no volverá mas de la desvalorización pérfida. N o pueden las españolas, que deben darse llones. Tejan vuestras manos primorosas más. P o r eso nos atrae tanto el empuje acomcuenta de la situación, permanecer indife- una enseña, la de predilección y enalteci- pasado de los diestros- remeros. C o n toda ¡a rentes al ataque contra la Hacienda espa- miento de la producción patria, y no consin- admiración que pongamos en el éxito de coñola, que es heredad de ellas y de sus hijos táis que el vicio, el derroche, el snobismo modidad y eficacia de la máquina moderna, y g a r a n t í a del pan nuestro de cada día en y la incapacidad engorden con el oro del queda siempre en nosotros el latido de un trabajo los Bancos y las instituciones usutodos los hogares. hombre antiguo; l a antigüedad, inabarcable Veranear en España, comprar en JJspa- rarias, arbitros de la suerte de las, naciones, y profunda, nos habla, con eldenguaje de la ñ a aconseja sabiamente A B C O i g á m o s- en provecho de sus comanditario s sin. con- nostalgia, puesto que, a pesar de todo, el le y hagamos m á s participemos con el E s- ciencia. H o y toca el turno a E s p a ñ a de ser. hombre m á s bien hallado con l a modernidad tado a remediar el mal financiero políüco, esclavizada económicamente por ellos. mantiene la mitad de su espíritu vuelto de conjuradas en una acción rápida y enérgiCon ese oro español aue perdemos pueden c a la de comprar únicamente cosas de E s- comprar nuestros enemigos hombres y ar- cara al pasado. Grato es navegar en la sepaña. mas, decididos a destruir nuestra prospe- gura y confortable esplendidez de un g i gantesco t r a n s a t l á n t i c o pero cuando, en meAbajo l a importación del lujo cosmopo- ridad nacional y nuestros altares. dio del Océano, cruza una fragata a toda lita, de lo superfluo de allende fronteras. SOFÍA C A S A N O V A vela, todos los pasajeros se asoman a la N o demos para inflar el advenedizo dólar Varsovia, julio, 1930. borda y se quedan contemplando admirados y la caduca esterlina nuestra moneda, que al navio que pasa, como en una confesión se a h o g a r á en aquel torrente de los millode inferioridad. (Descontando, desde luego, nes- -Sangre l á g r i m a s de l a guerra- y a los pasajeros que carecen de. imaginación. proclamemos nuestra suficiencia agrícolaindustrial mercantil. E s la confesión de inferioridad que se vería Sea nuestro lema bastémonos a nosotros obligado a hacer el m á s alto, el m á s perfecmismos laboriosos y propulsores de nuesto, el m á s poderoso y mecánico rascacielos tra riqueza y de nuestra civilización. de los Estados Unidos si se enfrentase con Como si fuera la primera vez, como si la agrietada simplicidad del P a r t e n ó n L a vida de relación entre los intereses de ios pueblos es cual cadena de reciprocidad nunca hubiese visto semejante espectáculo, S i el vapor y l a electriciad reinan en el en el intercambio universal, y no podemos presencio con curiosa complacencia l a malibrarnos de ella- -ni nos convendría- pero niobra de esa goleta que quiere abandonar mundo, si la máquina h a de suprimir cada podemos, sí, y debemos aflojarla ahora y la bahía e internarse en l a alta mar. Tiene vez m á s el esfuerzo violento del hombre, recobrar libertad de movimientos; la deci- todas sus velas desplegadas al sol de la ma- ¿p a r a q u é se conservan todavía los barcos sión de buscar, elegir y propagar en toda ñana, pero no consigue su propósito; el de vela- y para q u é ese culto del remo, que su magnífica gama la producción nacional. viento es contrario, y la linda goleta, pinta- ya no sirve para nada? P o r inercia tal vez. L a actitud afirmadora e independiente de las da de tono rosa, se limita a cabecear pere- O por un apego sentimental a l a tradición. mujeres en estos días, si no salva el desplo- zosamente, como un caballo fiel que no pue- Pero hagamos otra conjetura. P o d r í a m o s me de nuestra moneda a y u d a r á a contener- de con su carga. E l timonel trabaja entre sospechar como que el instinto de conservalo, porque la fuerza moral, opuesta a la i n- tanto. Pone la nave de costado, marca un ción de la Plümanidad civilizada tuviera en vista para un remoto porvenir la aparición justicia, es triunfadora, y porque en el complejísimo y sutil engranaje financiero i n- rumbo que a primera vista parece absurdo, de una Edad Media, en que nuevamente fradustrial del mundo la repercusión es una ley aprovecha el viento en una especie de falsa casen la inventiva y los métodos de la cultuy el desprendimento de iin clavo invisiblemaniobra, y de este modo, burlando la hos- ra, en que los hombres olviden el so de las causa trastornos y paralización del general tilidad del viento contrario, la goleta consi- máquinas complicadas, en. que l a población gue salvar sinuosamente la barra y salir al disminuya y. se barbarice enormemente. Imafuncionamiento económico. mar abierto. E s el triunfo de la inteligencia. ginemos, por ejemplo, que el comunismo rojo E n época de furioso antisemitismo en Rusia y Polonia, estando el comercio m á x i- Es la repetición de una regla marina que de los Soviets invadiese y dominase el munmo, mediano y mínimo acaparado por los está practicándose desde los tiempos m á s re- do antes de un siglo de semejante estado, judíos, dio su consigna el nacionalismo po- motos, tal vez con anterioridad a las pirá- el mundo habría caído en una nueva Edad Media. Y entonces volvería el hombre a relaco de declarar absoluto boycot al comercio mides de la orilla del N i l o Otras veces asisto al entrenamiento de una currir a los modos eternos y que han sirio israelita. L a pereza eslava se anima entonces, abriendo tiendas cristianas, y, aun con trainera de regatas. L a angosta y larga bar- concebidos para no fracasar nunca: la vela, ser tan amplia y poderosa la organización ca sale volando por la tranquila bahía al el remo. comercial judía, se resintieron sus nego- vigoroso empuje de los disciplinados remeEntre tanto, la goleta pintada de tono cios. ros, que al inclinarse hacia atrás, todos acorU n gran rabino de Nueva Y o r k decla- des en la suprema tensión del impulso, ofre- rosa ha alcanzado el mar abierto y abre al raba años después que era en extremo per- cen el m á s bello alarde varonil que imagi- sol estival de la m a ñ a n a su claro velamen, judicial para los mercaderes y los mercados narse puede. Avanza veloz la trainera que bella y fugitiva imagen de la idea de eteresa forma de lucha prohibitiva en Polonia y está entrenándose para l a regata. Crujen nidad. Rusia. os toletes, se curvan y gimen los remos, l a JOSÉ M S Á L A V E R R I A ABC E N FRONTERAS ESLAVAS Voces amigas CUADRO MARINO 1 nterpretaci oríes

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