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ABC SEVILLA 27-08-1930 página 38
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  • EdiciónABC, SEVILLA
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Programa oficial, nuevas contestaciones y preparación en el antiguo y acreditado INSTITUTO RETÍS E n Policía obtuvimos 143 plazas, entre ellas los Humeros 1, 2, 3, etc. y en Hacienda, seis veces el numero 1, dos veces el número 2 y 326 plazas. Los retratos y nombres de esto? éxitos definitivos se publican en el prospecto que regalamos. Solicite programas gratuitos al antiguo y acreditado INSTITUTO RETJS PRECIADOS, 23; PUERTA D E L SOL, 18, y MA 5 TOR, 1. MADRID. Tenemos internado. Ífol F ADUANAD Convocadas Administrativos. Próxima Periciales. Para preparara a- 5 6 Brf v oión en sus clases o por correo, programas y contestaciones el INSTITUTO REUS PRECIADOS, 23, MADRID. Tenemos internado. Tres últimas oposiciones obtuvimos 47 plazas. ACADEMIA Ultima oposición Pericial: plazas núms. 1, 2, 3, 6, 7, CTCRRL 1 GA- AGUIRRE 11 y 12. Ultima mecanógrafos: 60 plazas, 20 de 40. Preparación exclusiva para Cuerpos de Aduanas, internado. HORTALEZA, 71, MADRID ADUANAS B r i l l a n t e éxito DONA MANOLITA BE PABLO dará los OOS MILLONES e n e l sorieo de l a CRUZ ROJA Administración número 5, S A N B E R N A R D O 18, M A D R I D Tiene billetes para el sorteo de la C R U Z R O J A para el de N A V I D A D y para los sorteos corrientes, y envía a provincias y extranjero desde u n décimo en adelante. s -áfe -Aduanas exclusivamente ACADEMIA CELA T E X TOS PROPIOS Femanflor, 4. MADRID 894 E. R O D R I G U E Z- S O L I S L O S- G U E R R I L L E R O S D E 1808 395 quiero comprometerte. S i dentro de una hora no he vuelto, marcha a Zaragoza y dile a i general que me han fusilado... -Ripol... -N o n o mejor será que nada le digas, no te vaya a regañar por m i culpa... Avisas a m i familia, y nada más. U n abrazo... -P e r o hombre... ¡morir tan joven... -N a d a importa- -respondió Ripol, sereno y frío, y estrechando a su amigo G i l entre los brazos- que m i l veces he oído decir al señor cura Sas que todo el que muere por su Patria va derecho a la gloria... ¡Oye, Valero... -Hasta luego... o hasta la eternidad. E n tanto que G i l queda en el portazgo turbado, indeciso y lloroso, su amigo Ripol se dirige con paso firme y ánimo resuelto al castillo. Anunciado como parlamentario, es recibido inme- ¡chatamente por el gobernador, que es un comandante italiano al servicio de Francia. -Y o soy- -le dice Ripol- -el enviado por los jefes de las guerrillas que se hallan emboscadas en San Ramón (1) y vengo a exigir la entrega del castillo y de toda la guarnición en el término preciso de media hora, pasado el cual, los 3.000 hombres que forman nuestras guerrillas caerán sobre el fuerte y pasarán a cuchillo a toda la guarnición. E l gobernador, atemorizado, se apresuró a confestar: -Y o por m i parte, nada puedo hacer. E l castillo tiene un comandante que es el jefe de la fuerza; yoy a hablarle y el decidirá. -P u e s bien; concedo a ustedes, en nombre de ios Jefes de las guerrillas, media hora y nada más. Y sin salir del fuerte, como si estuviera en el lugar más seguro y su vida no se hallase pendiente ¡de un hilo, se puso a pasear Ripol con la mayor teangre fría. Los minutos pasaban, y en aquella grave situación Cada minuto equivalía a un siglo. ¡R i p o l observó que el día comenzaba a clarear y íl Ermitas próximas a Calatayud, se juzgó perdido; a 3 a tenue luz de la alborada le pareció distinguir al pie del castillo algunas sombras que se movían. Estas sombras, ¿podrían ser nuevos enemigos? ¿L e cogerían entre dos fuegos? ¿Abandonaría l a empresa y huiría? Antes la muerte. Resuelto a todo, aumentado su valor con el peligro, R i p o l se decidió a salir de aquella crítica situación por medio de u n nuevo acto de audacia. Obligó a l centinela a llamar otra vez al comandante, y apenas se presentó le dijo, señalando los bultos que se movían a l pie del fuerte: ¿V e i s esos hombres? Son las avanzadas de nuestras guerrillas, que, impacientes por mi tardanza, proyectan el asalto del castillo. ¡Pero si aún no ha transcurrido l a medía hora del plazo! -dijo el gobernador. -L o s españoles somos impacientes- -contestó R i p o l- y los guerrilleros arden en deseos de batirse; conque- decidid al intante o no respondo de vuestras vidas. Ripol quería adelantar el desenlace del drama en que se hallaba empeñado y apresurar la entrega del fuerte antes de que el sol asomara y a sus. claros rayos pudieran ver los franceses que no había tales guerrilleros en San Ramón, y que sólo tenían que habérselas con un hombre ¡solo! E l gobernador italiano no tardó en volver, con el comandante francés, seguido de toda la guarnición del castillo, compuesta de. ciento: diez, hombres, que se apresuraron a entregar las armas a Ripol, constituyéndose prisioneros. Por fortuna de nuestro héroe, su leal amigo Gil, en lugar de quedarse en el portazgo, había penetrado en Calatayud y procurado reunir alguna gente, tarea casi imposible, al objeto de salvar a Valero. A duras penas llegó a juntar n paisanos, l a mitad armados, y con ellos se encaminó a l fuerte. Estas eran las sombras que veía Ripol. Valero, que los reconoció a los primeros rayos de la aurora, los mandó avanzar y coger las armas de los franceses, sirviéndose de las cuerdas qué traían a. fin de escalar el muro y librarle a él para atar a los imperiales. ¿No parece una novela este sasfso?

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