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ABC SEVILLA 15-10-1931 página 30
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ABC SEVILLA 15-10-1931 página 30

  • EdiciónABC, SEVILLA
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A B C. J U E V E S 5 D E O C T U B R E 1 DE Un incidente en S a n Sebastián v esto? testigos se recusan por parciales, como si todos se hubieran conjurado para falsear la verdad, óigase también a nuestros adversarios. Sólo pedimos que formulen hechos concretos y los prueben ante los T r i bunales. Porque no reconocer la personalidad de la Compañía, limitar su derecho de poseer y disponer, cercenar la actividad que a las demás Asociaciones y a los individuos se reconoce, más aún, disolverla, apoderarse de sus bienes, desterrarla, son penas que sólo se legitiman con un cargo concreto y gravísimo, corporativo, probado y juzgado. Hablamos de la Compañía de Jesús corporativamente considerada, porque si sólo se tratara de casos particulares (que fundadamente creemos que no existen) merecedores de tan severa pena, debería ésta imponerse a los responsables; pero no sería justo que por ellos se castigara a toda la Corporación, cuyas leyes habrá violado y cuyo castigo habrá merecido quien haya incurrido en hechos punibles por la ley. Por nuestra parte, a las vagas acusaciones de nuestros adversarios, oponemos dos afirmaciones concretas: Refiérese la primera a l a naturaleza misma e íntima constitución de la Corporación a que pertenecemos. Todos los miembros de la Compañía de Jesús hemos dado a ella nuestro nombre, no sólo con lealtad, sino con cariño y entusiasmo, vinculando a su suerte nuestros más caros intereses y aun nuestra propia vida, porque la hemos juzgado buena y santa en sí misma, y, al mismo tiempo, útil y beneficiosa a la sociedad y a la Patria. Este sentir íntimo, que es como un testimonio de nuestra propia conciencia, queda corroborado por el testimonio ajeno. N o son únicamente los Romanos Pontífices los que centenares de veces han proclamado la santidad de nuestro Instituto; son también los gobernantes, y los hombres de ciencia, y los grandes centros de cultura, y los T r i bunales de justicia, y las naciones enteras las que, en diferentes formas, le han dado su aprobación. Dejando l a historia del pasado y mirando solamente a lo que el mundo en este momento nos ofrece, hallamos a la Compañía de Jesús establecida y trabajando pacíficamente, con universal aprobación, en Alemania, Austria, Bélgica, Checoeslovaquia, Holanda, Hungría, Inglaterra, Italia, Lituania, Polonia, Rumania, Yugoeslavia... E n todos los dominios ingleses, en las Repúblicas de entrambas Américas, en Australia, en los imperios paganos del A s i a en los países coloniales de África y Oceama. Y conviene notar esta difusión de la Compañía de Jesús bajo tan diversas formas de Gobierno, porque no es posible disimular que en España el recrudecimiento de l a persecución contra ella ha coincidido con el advenimiento de l a República. D i j érase- -no faltan quienes paladinamente lo dicen- -que el Instituto de l a Compañía es incompatible con la forma de Gobierno republicano o que le es connatural o consubstancial el régimen monárquico. Errónea y simplista apreciación. Para l a Compañía, como para l a Iglesia católica, de la cual l a Compañía de Jesús no es sino una pequeñísima parte, las formas de Gobierno son algo indiferente y accidental. A todas ellas se adapta igualmente su dúctil actividad. Con tanta holgura se mueve y con tanto entusiasmo trabaja en Inglaterra, Italia, Bélgica y Holanda, que son países monárquicos, como en Austria, Alemania y en todos los pueblos de América, que son republicanos. Precisamente en la República más poderosa y democrática del mundo, en los Estados Unidos de Norteamérica, es donde hoy la vida de la Compañía de Jesús se desarrolla con más pujanza y mayor aceptación: sólo en centros de estudios, superiores y secundarios, asenta allí con establecimientos y un total de más de 60.000 alumnos. L a segunda afirmación que oponemos a las acusaciones de nuestros enemigos es el hecho público de la actividad religiosa, cultural y benéficosocial que, en nuestra modesta esfera, al lado del Clero secular y de las demás Ordenes y Congregaciones religiosas, ejercitamos en bien de la sociedad española. N o cabe en este documento el exponerla, pero en el folleto que lo acompaña puede encontrarse un bosquejo de algunos aspectos de nuestras obras en España, T a l creemos y protestamos que es nuestra vida y nuestra conducta. S i se juzga que estamos equivocados o que maliciosamente ocultamos ias culpas que se nos imputan- -lo cual supondría una refinada maldad en miles de sujetos, en quienes nada de eso descubren los que más íntimamente los tratan- demuéstrese ante la autoridad competente. E n los tiempos de la Monarquía absoluta pudo Carlos I I I promulgar aquella que M e néndez y Pelayo llamó increíble pragmática, en la que, por motivos reservados en su real ánimo... expulsaba de estos reinos, sin más averiguaciones, a cuatro o cinco m i l jesuítas y mandaba ocupar sus temporalidades H o y ninguna autoridad democrática querrá mancillarse usando despóticamente del poder para conculcar los más elementales derechos del hombre, base intangible de toda Constitución, en países civilizados. N o pedimos que se nos dé trato de favor ni privilegio. Deseamos solamente que se nos oiga y se nos haga justicia, como se hace a toda corporación y a todo ciudadano. Pero si por animosidad y ofuscación momentáneas se ños arrojara de la Patria o se nos hiciera imposible la vida en ella, todos los hijos de la Compañía de Jesús, a ejemplo de nuestros mayores desterrados en época memorable, a las playas de Italia, perdonaríamos la injusticia y, rogando a Dios por nuestros perseguidores, emigraríamos resignados a otros países, llevando siempre en el corazón y en nuestras incesantes actividades el amor a nuestra querida Pa. tria España. Madrid, 12 de octubre de 1931. -Antonio Revuelto, provincial de Andalucía. -José María Muratt, provincial de Aragón. -Severiano Azcona, provincial de Castilla. -Enrique Carvajal, provincial de León. -Antonio Medina, provincial de Toledo. San Sebastián 14, 2 tarde. A l medio día hallábase un lector de El Debate en la A v e nida, entregado a la lectura del periódico, cuando algunos individuos que comentaban el resultado de la sesión del Congreso se le acercaron y le insultaron. E l lector trató de retirarse, y aí ver que aumentaban los grupos, intervinieron los guardias municipales, los cuales le llevaron al Gobierno civil. Los grupos siguieron a los guardias y a l lector de El Débate, dando vivas a la República y mueras al Clero. Fué detenido Jaime Pérez Ulibarre, de V i toria, que dio vivas a España católica y a la Monarquía. N o se autoriza una manifestación católica San Sebastián 14, 7 tarde. Se ha solicitado autorización del gobernador para celebrar una manifestación católica de protesta contra el acuerdo del Parlamento. L a autorización ha sido denegada. Se ha sabido aquí que en Zarauz habían dejado el trabajo obreros que se preparaban a venir, en autocamiones, para celebrar una manifestación sa la capital Hasta ahora, reina tranquilidad. V En B i l b a o se temían disturbios que no llegaron a producirse Bilbao 14, 12 noche. E n Bilbao se ha seguido durante todo el día, con gran expectación, el momento político, hasta el extremo de que se habían anunciado para la noche algunos disturbios, que el gobernador trató de atajar, redoblando la vigilancia en las calles. Contra lo que se temía, no ha habido en ésta el menor incidente. Desde Bilbao- -ál tener noticia del bochornoso atropello de la minoría vasca, registrado en la madrugada última en el P a r lamento- se han cursado numerosos telegramas de protesta, todos ellos firmados por significadas personas de Bilbao. U n a petición délas Hermandades y Cofradías de Saníúcar de B a rrameda a Jas C o r t e s Sanlúcar de Barrameda 15, 3 madrugada. Los mayordomos de las Hermandades y Cofradías de esta ciudad han dirigido al presidente de las Cortes Constituyentes el siguiente despacho telegráfico: L o s mayordomos de las Hermandades y Cofradías de Penitencia, en nombre de dichas entidades, suplican respetuosamente a la Cámara, que teniendo en cuenta los sentimientos católicos de la mayoría de los españoles, se respeten los derechos de la Iglesia, permitiendo que continúen en España las Ordenes religiosas, para que con su labor benemérita, contribuyan a la cultura y engrandecimiento nacionales. A l pie de este documento, y del dirigido a! Sr. Alcalá Zamora, figuran las firmas de Manuel Otero, Manuel Maclas, José Pérez, Antonio Peña Vidal, José lbáñez, León Momper, José García, Manuel Auncio, José Guedo, Rafael Cano, José Amarani y José Colón. E l problema religioso fuera del Parlamento Córdoba 14, 5,30 tarde. Esta mañana ha visitado al gobernador una comisión de señoras, madres de familia, solicitando no expulsaran las Ordenes religiosas, especialmente las dedicadas a la enseñanza, ofreciendo el gobernador trasladar el ruego al ministro. L o s conventos, custodiados Almería 14, 7 tarde. L a Benemérita ha vuelto, a custodiar los conventos, ante los temores de alteración del orden. A l g u n o s grupos recorren Jos b a rrios bajos profiriendo gritos M a d r i d 14, 7 tarde. Esta mañana recorrieron los barrios bajos de M a d r i d varios grupos profiriendo gritos. Los grupos pudieron ser disueltos por la fuerza pública, pero uno de ellos se estacionó en Puerta Cerrada, y la sola presencia de los guardias de Asalto bastó para que los alborotadores se disolvieran, quedando el orden restablecido, U n a nota de protesta del Vaticano R o m a 14, 10 noche. Se sabe que el V a ticano prepara una nota de protesta por el carácter anticatólico que tiene la separación de la Iglesia y del Estado en España. L a nota será enviada en seguida que el nuevo Gobierno esté constituido. -UvÁted Press A Tiran? MisíTifr

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