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ABC SEVILLA 02-12-1931 página 4
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ABC SEVILLA 02-12-1931 página 4

  • EdiciónABC, SEVILLA
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FIESTA DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL ALEMANA DE EMPLEADOS DE COMERCIO. -En el Palace Hotel, concierto y baile, que resultaron muy brillantes, organizados por la mencionada entidad con motivo del XXVII aniversario de su fundación. La concurrencia fué muy numerosa, y en ella el grupo de encantadoras señoritas destacó como una bella nota de color. (Foto Alhero y Segovia. LA Los que vivimos voluntariamente un poco? 1 margen de la actividad de la vida política y no tenemos- -espectadores imparciales- -para juzgar los acontecimientos otros elementos de información que aquellos que proporcionan los periódicos, andamos estos días bastante desorientados con motivo de la polémica ciue viene suscitándose alrededor de partido radical y más concretamente todavía en torno a la figura del Sr. L e rroux. Mientras unos) e combaten por lo que llaman su inexplicable actitud de inhibición, otros opinan que precisamente esta actitud es la más fuerte garantía de lealtad y consecuencia que puede dar al régimen el jefe del partido republicano radical Lcrroux- -dicen los que así opinan- -no sirvió nunca a nadie de instrumento para quebrantar la acción democrática. E n la oposición lo sacrificó todo a la unión republicana y estuvo siempre contra todo lo que fuera escisión en el campo republicano. Ahora en el Poder dejaría de ser quien fué siempre si, para complacer a propios y extraños, rompiera la conjunción que estima necesaria para la constitución y consolidación de la República. S i es preciso soportar la implacable hostilidad de sus irreducibles adversarios la soporta. Todo menos restar a la República elementos que le son indispensables. Muy bien; todo esto está muy bien si no diera la coincidencia de que estos irreducibles adversarios son precisamente sus compañeros de conjunción, los socialistas. Desde que la República actúa, lo mismo en éste que en el otro Gobierno los socialistas no se han recatado para proclamar lo que ya en el viejo régimen se llamaba en la jerga política la implacable hostilidad contra el señor L e r r o u x y su partido. Si no estuvieran frescas en la memoria las declaraciones terminantes del Sr. Prieto bastaría el juicio recentísimo de El Socialista: Sería lamenta- IMPLACABLE HOSTILIDAD ble que ocupara el Gobierno de la República un partido sin la. necesaria autoridad m e ral, que huelga decir que nos tendría enfrente desde el primer momento de su actuación Contra esta hostilidad tan francamente declarada, ¿de qué valen los buenos propósitos resignados y conciliadores del Sr. Lerroux? ¿De qué sirve que él no quiera escisiones sí son otros los que las suschan? Pero además hay que tener memoria. Este abismo irreducible de incompatibilidad que separa a los socialistas de los radicales no es una discrepancia del momento, no es consecuencia de una rivalidad pasajera, surgida al impulso de una disconformidad ideológica, es de toda la vida. Nunca socialistas y radicales pudieron convivir. A pesar de todos sus propósitos unionistas, L e r r o u x siempre actuó en la política española como caudillo independiente. Basta hacer un poquito de historia. E l par tido radical nació precisamente de una disconformidad con la Asamblea de Unión republicana. Lerroux se separó de Unión republicana porque la Asamblea, con razón o sin ella, discutió su conducta; se erigió en caudillo grupo, desplegó la bandera de la revolución y organizó el partido radica! con un programa en el que cabían todas las rebeldías, todos los extremismos. Este partido llegó a ser dueño de Barcelona; arbitro de los destinos de la vida local. Los Gobiernos transigieron y pactaron con él. le halagaron, le mimaron, temerosos de su poderío y de su fuerza; las masas le engrosaron y Lerroux se convirtió en cacique máximo, el político más temible de España, tan temible, me para derrocarle fué preciso que se formara Solidaridad Catalana, es decir, que se unieran contra él todos los elementos políticos de Cataluña. L e r r o u x aceptó el reto, fué a la lucha con candidatura cerra da, y aunque resultó derrotado, lo fué por 35.o co votos contra 44.000. A l quedarse sin acta se marchó a la Argentina. Rota Solidaridad Catalana por la separación de izquierdas y derechas, Lerroux, r siempre hábil, supo aprovechar la ruptura. Constituido en defensor romántico de los anhelos patrióticos contra las aspiraciones autonomistas y separatistas de Solidaridad, agrupó bajo su bandera a todos los elementos que veían en la coalición catalana un peligro contra la integridad nacional; defensor de los sucesos de Julia, se erigió en caudillo de los perseguidos, en paladín de los rebeldes, en portavoz de las tendencias revolucionarias, y con estos elementos formidables se lanzó de nuevo a la batalla con más bríos que nunca. Y como esta vez no tenía enfrente la fuerza poderosa de la coalición, Lerroux venció en las elecciones a Cortes y en las municipales, y llevó a! Ayuntamiento de Barcelona una minoría r a dical. L a gestión de este Ayuntamiento motivó un debate en las Cortes, en el cual Pablo Iglesias formuló tales cargos, tan gravísimas acusaciones contra L e r r o u x y su partido, que allí quedó rota la Conjunción republicano- socialista. E r a esto en 1910. Pasó el tiempo. E l Sr. Lerroux fué poco a poco evolucionando hacia una posición gubernamental, conservadora y de derecha, partidario absoluto de la legalidad y del orden. Frente a las aspiraciones de los socialistas, que reclamaban el abandono de Marruecos, él defendió en el Parlamento la necesidad de cumplir los Tratados. E n uno de los debates sobre terrorismo se alzó en el Congreso para protestar contra los aten tados y aplaudir abiertamente la supresión del jurado, por entender que esta institución no debe otorgarse a un pueblo cuando no sabe merecerla. Los socialistas le increparon. Tcodomiro Menéndez le llamó a voz en grito traidor y miserable. L a minoría republicana hizo suya la ofensa y pidió explicaciones a los socialistas. Socialistas y republicanos se apostrofaron violentamente y fueron los conservadores los que aplaudieron a Lerroux. H a n pasado los años. Plan variado las circunstancias. Son otros los acontecimientos. Pero la hostilidad sigue- siendo la misma. PEDRO M A T A ni- -i i r i n r i 11 ir; rr i IM T -Mlir irnr irnr

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