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ABC SEVILLA 14-02-1932 página 13
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ABC SEVILLA 14-02-1932 página 13

  • EdiciónABC, SEVILLA
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COSAS DE CIRCO FILM BREVE, EN TRES PARTES, DEL D O M A D O R Y LA FIERA CARCFJ- D E INDÍGENAS D E L A SELVA. TODA L A POTENCIALIDAD TRÁGICA, D E CALOR INSUBSTITUIBLE, D E ESOS TIGRES, CRUELES HABITANTES EXÓTICOS, B A J O L A G E N I A L I D A D D E L DOMADOR. Y SU FEROZ INDIVIDUALISMO, REDUCIDO AL CUADRO MAS BRILLANTE QUE NOS O F R E C E H O Y DÍA LA PISTA CIRCENSE N Madrid- Nairobi- Madrid. OCHES de Port Said... E x o t i s m o en todos sus rincones. E x o t i s m o p a r todos los viajeros. B a z a r de sentimentalismos y baratijas. Ventana de ansias aventureras. Y un marinero i n glés, con u n vaso de ginebra en la mano y una cabecita r u b i a- -m a r c h i t a- -a p o y a d a en su hombro, redondeado por la gimnasia del temporal. U l t i m a estampa europea fuera de E u r o p a Y después... el K e n y a and O g a n da, soberbia fantasía de h i e r r o y madera sobre los r i e l o que n o i llevan N a i r o b i para p i n t a m o s- -h e r n i o s o c u a d r o- -l a primera emoción del Á f r i c a Long shot and médium long shot- -me decía mi amigo y a n q u i- -a t r a viesan la retina, suben al cerebro y clavan sugerencias de novela. Y en seguida, tras la primera impresión- -vértigo de primeros planos- -llega el Á f r i c a del Centro, después de haber toe- ido tamhién Nombassa, ciudad clave para internarse por e Este. Y hay una expedición que asoma salakofs de cor cho y miradas serenas de ui pantalones cortos de caqui y camisas de franel a todo alrededor de la odisea. Y a dentro, la extraña lengua S w a h i l i oue es como un sonido más en la selva; canciones salvajes en derredor del cocodril o que esta quieto ahora, con la boca abierta para que los pájaros le coman sangui- juelas que molestan sus encías; la tse- ts curiosa mosca que o r i g i n a la enfermedao del sueno; bambúes que se cimbrean, como inéditas girls, en el mas so cmnc de los escenarios, que es la N a t u r a l e z a r a t a s cuyas pulgas transmiten l a peste bubónica; el shiiri de las tribus indígenas, alrededor He las hogueras; y los oscaris, a las órdenes de las factorias inglesas, negros corpulentos de m i s de seis p es de estatura, vistiendo un r a r o u n i f o r m e y haciendo brillar sus pupilas en la noche... T o d o s signos alterados e n g u i r i g a y de Imágenes. Y las canoas europeas continúan navegando llenas de rifles y de pértiga rebosantes de ilusiones viajeras. Alas allá, barcos con ruedas de paletas en la popa surcín ríos de siglos o de meses, Uc la selva m goza de simetría en sus comarcas. E n e! aire, flotando todavía una voluptuosidad de simmv y de bliurk- botlim, que envían hombres y mujeres de algún campamento alborozado. Y cuando efífn cerca di AOMMfOl teirtonates de africanos, con sus policromías de tatuajes pe p. mteado de marfil y collares hechos ron diente de hipopótamo, haremos el jabón con ceniza de madera y grasa de antílope y tendremos que emplear cristales mojados en per manga nato, en quinina y aceite de ca tor, raices secas h e r v i d a y p u l verizadas en iguas c c n a o s i s como algunos de los múltiples medios de medicina prac ca contra las picadura de serpiente o e paludismo. Y seguirá curtiendo nuestra piel de exploradores un aire húmedo que alterne con e l frío, el calor y l a lluvia, prestando al ambiente un peligro más. Y entonces, a h señores! cuando posan nuestras tiendas en m í n e l a s nocturnos; cuantío la luna presencia- -satírica en su gest o- -l a fabricación de un nuevo d í a cuando el suelo del campamento- ¡hurra, boysc uts -sea y a liso, sin la hierba que cortamos con objeto de impedir germinación rápida de bichos y animales venenosos, a í señores! surgirá el capitán de guardh en los alrededores P r i m e r o u n r u g i d o luegxi. el ruido de ramas que se tronchan, y en seguida la boca del tigre, grande, muy grande, como esa luna de Nueva Y o r k que trac ta- preocupado a Ruano. Y los ascaris querrán g r i t a r Y querrán gritar también los del H a r l e m neoyorquino... P e r o aquí está otra boca que escupe la muerte a distancia u n r i t U de 375. Rifle con o el de Pete Parson. que ha tumbado más de m i l elefantes. Y los ascJris rugen, como antes la riera, llenos de gozo. H a n clavado ya sus lan as en el cuerpo del gran capitán de guardia, que quizá hubiera querido morir a toque de corneta... Todo me trae recuerdos del Á f r i c a en este juego de tigre y domador, en este t a i peligroso juego...

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