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ABC SEVILLA 04-03-1932 página 37
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ABC SEVILLA 04-03-1932 página 37

  • EdiciónABC, SEVILLA
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U n a opinión que pudiera ser una solución ¿P o r qué no hacer el partido Athletic Bilfrao- Madrid en Chamart m el día 14 de abril, y el domingo anterior en Montjuich el encuentro entre las selecciones? Bastaría para ello que al hacer el sorteo para el campeonato de España, la Federación N a cional lo tuviera en cuenta. Claro que así el match Cataluña- Centro no sería en la fecha de la República; pero en ese día sería en Chamartín el otro acontecimiento. Que también tiene su importancia para l a región Centro. -Juan Deportista. Las consideraciones anteriores podrían reLos encuentros de la tercera división salpetirse por lo que se refiere al encuentro I tan al primer plano del interés: Levante, de Cataluña- Betis en la ciudad condal. Con la J Valencia, y Sabadell, en Mestalla, y Hérdiferencia de que el match no será intere- I cules- Nacional, de Madrid, en Alicante. Y sante... el Betis, dentro y fuera de su camen los dos lances apostamos por los equipos po, es muy superior al Cataluña, al que no locales, para los cuales el factor ambiente le debe quedar lógicamente ningún triunfo, propicio habrá de contribuir al éxito en la y el Betis, para seguir persiguiendo al Ovieproporción de un 50 por 100. Aunque ocho do, le son imprescindibles esos puntos de los días más tarde cambien las tornas completacatalanes, que los ganarán, estamos seguros. menteJ- D. LA EDUCACIÓN FÍSICA V a t i c i n i o s sobre la próxima j o r nada N o tiene importancia la jornada próxima... para los que gustamos de vaticinio precedido de esa serie de consideraciones que siempre confluyen adonde nos conviene: la consideración indispensable para justificar el resultado presupuesto. Ningún aficionado dudará al vaticinar los vencedores en tres campos: San Mames, Chamartín y Sarria. T a l vez sea más difícil establecer a priori la diferencia exacta; pero nadie dudará del triunfo del Athletic de Bilbao sobre el Valencia, del éxito del M a d r i d sobre el Arenas y de la victoria del Deportivo Español sobre el Alavés. Respecto del resultado del Sardinero caben algunas dudas. Y sin embargo, del entusiasmo de los montañeses cabe esperar el triunfo como el resultado más lógico. P o r otra parte, los azulgranas han demostrado su descenso momentáneo hace pocos días en las Corts, y no se puede suponer una rápida recuperación en terreno ajeno y cuando la clasificación suprema está ya lejos de sus posibilidades. E l triunfo del Racing de Santander está, pues, lógicamente asegurado. L o s dos rivales guipuzcoanos jugarán en Gal en el momento en que a los unionistas les hacen falta los puntos para librarse de la cola; y, en cambio, el Donostia, después de un curso irregular, ha sufrido en Mestalla el reciente (4- 0) descalabro. Es lo más probable que, aunque sea por escaso margen y el encuenrto reñidísimo, el Unión de Irún logre sumar esos dos puntos, que son casi indispensables para mirar el porvenir con menos espanto. E n la segunda división hay algunos partidos que reputamos muy fáciles para el equipo de casa Ejemplo de ello es el. Sporting de Gijón- Athletic de Madrid. Después de la última exhibición de los rojiblancos centrales, por mucho que sea su afán de borrar el pasado, no podrán perjudicar al once, punto menos que invencible. E l M u r c i a que de tal suerte desciende en cuanto se aleja de la Condomina, perderá contra el Sevilla en la capital andaluza, en lógico desquite de la victoria (dos- uno) murciana de la primera vuelta. E n Riazor, el Deportivo de la Coruña es tan fuerte, que sólo el Betis logró un difícil empate. A h o r a en la pugna entre los dos rivales gallegos, el Celta, que ganó en B a laidos por la mínima diferencia, lleva las de perder. Y el Deportivo saldrá del lance con dos puntos más. Pero el Oviedo, al que la fortuna le obliga a jugar en Sequiel, no debe perder, aun jugando en campo enemigo: todo lo contrario. E l grupo ovetense, con un solo punto de ventaja sobre el Betis, necesita este triunfo para continuar como leader, porque aún le restan dificilísimos encuentra E l Castellón ha flojeado mucho, y además pasa un momento difícil; pero en su campo es rival peligroso. E l Oviedo lo vencerá, pero habrá de emplearse a fondo, y la pugna será enconada e intercsauüsin: a. 1 LOS D E P O R T E S E N LOS C E N T R O S D E E N SEÑANZA E! placer, factor decisivo en los juegos Placer y dolor. Qué cosa tan extraña, oh, amigos míos, parece eso que los hombres llaman placer! Como está por naturaleza tan estrechamente unido al dolor, que parece su contrario. Placer y dojor no quieren, en efecto, encontrarse al mismo tiempo en el hombre. Pero si se persigue el uno y se le alcanza, se está forzado siempre a soportar el otro, como si estos das opuestos se reataran en un vértice único A s í decía el gran filósofo griego. E l dolor es compañero inseparabk del hombre, desde el nacer al morir. E L fisiólogo Charles Richet dice a este propósito: E l dolor es el centinela de la vida... E l gran esfuerzo de la naturaleza no consiste en hacer dichosos a sus hijos, sino el hacerles nacer, cueste lo- ue cueste Pero esta misma sabia naturaleza, clemente con sus hijos en los primeros momentos de su entrada en la vida, no sólo eliminó de ellos los terribles efectos del dolor psíquico, al situar al niño en ese estado de i n consciencia, incapaz de toda reacción ele orden espiritual, de profundo orden espiritual, proveniente de un raciocinio, sino que, y en su lugar, fijó de firme manera un excitante, por el. cual el niño se sintiera atraído fuertemente a la realización de determinadas acr ciones convenientísimas para el mejor cumplimiento de las leyes evolutivas de su ser, de su vida vegetativa, causa eficiente de que se produzcan en su alma los máximos estados de euforia, que incitan a apetecer el acto que l a produce: ese excitante es. el placer. Siente el niño, ama el niño, apetece el niño el juego por el sentimiento de placer que le produce; y es tan íntimo el deseo, que no necesita de incitación extraña alguna para dedicarse al juego; ni busca el aplauso, ni la lisonja, -ni el premio; juega porque l a naturaleza, con irresistible fuerza, le impele a ello. P o r esto ha de tenerse sumo cuidado, dentro de un método físicoeducativo, con la clase de ejercicios a que se les somete, y por esto ha de desecharse toda gimnástica que, por su carácter analítico, tienda a localizar el trabajo en determinada región del cuerpo, o hacer sentir sus efectos en un determinado aparato orgánico, poniendo en acción ciertos grupos de músculos o determinadas articulaciones, con exclusión, de los otros. Con el juego entran en acción las casi totalidad de los músculos y la actividad funcional de los órganos es completa; todo ello: a condición de procurar al niño en su recreo la mayor libertad de movimientos. E n primer lugar, porque el forzarle a adoptar una quietud, ese estado de emotividad, que como condición inseparable acompaña al ejercicio de esta edad, se ve coartado, y luego, y; esta es razón- suprema, -porque se le priva al ejercicio de su más noble cualidad, la de producir placer. Y nada hemos. de decir si al niño se le obliga a realizar movimientos gimnásticos (suspensiones, restablecimientos, apoyos en barras fijas, trapecios, anillas, paralelas, etc. verdaderos actos de sabotaje para su tierno organismo, al que dejan muy maltrecho, y muchas veces inservible para sus nobles y ulteriores funciones. A l niño ha de darse una gimnasia esencialmente recreativa; esa que le hace sentir el placer de realizarla, y esja no es otra cosa más que el juego. Toda la eficacia educativa de los Juegos se perdería si la Naturaleza no hubiera fijado de tan indeleble manera en el alma i n fantil el estimulante del placer, que le fuerza a buscar el recreo. L a teoría clásica está expuesta por el sabio fisiólogo doctor Lagrange. P a r a que las funciones orgánicas se realicen con la suficiente actividad es necesario que cada órgano reciba una cierta cantidad de influjo nervioso. Por lo tanto, las emociones alegres, siendo excitantes de la energía cerebral, son. causa de que el influjo nervioso, desprendido de las células en que se hallaba en reserva, se vierta como el agua de un baño al que se abrieron los grifos, y vayan, por decirlo así, a inundar todos los órganos del cuerpo, comunicándoles su bienhechora energía. E l influjo nervioso desprendido por la alegría no se detiene en el cerebro; gana el corazón, acelerando sus latidos; la circulación se hace más activa; alcanza al aparato respiratorio y el pecho se eleva con movimientos más amplios y precipitados, que son todavía una manifestación de la alegría. E n fin, os músculos mismos, galvanizados por esta verdadera descarga de influjo nervioso, entran en juego y traducen la excitación que reciben por gestos exuberantes. S i la alegría llega al paroxismo, no es raro observar los saltos, botes y carreras, sobre todo entre i n d i viduos jóvenes, más excitables. Los movimientos involuntarios, los inconscientes, la aceleración de la corriente sanguínea, la m a yor actividad de la función respiratoria, en una palabra, el aumento momentáneo de todas las fuerzas vitales, prueban superabundantemente que, bajo la influencia del placer se realiza en todo el organismo una más abundante distribución de esta fuerza tan útil para las funciones de la nutrición, a la que llamamos, sin conocer con justeza su esencia, energía vital Y ahora una cuestión práctica. ¿Qué han hecho y qué hacen nuestros gobernantes en favor del niño, de su educación física, que es, a su vez, moral y debe ser asimismo in- telectual? ¿Basta con crear escuelas? -i í bryk.

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