Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC SEVILLA 13-03-1932 página 4
ABC SEVILLA 13-03-1932 página 4
Ir a detalle de periódico

ABC SEVILLA 13-03-1932 página 4

  • EdiciónABC, SEVILLA
  • Página4
Más información

Descripción

morías de A r t a g n a n v ¿Mas caen por ajear, un buen día. en manos de Duma N o consigue L u i el castigo supremo en ta perdona del que fué su consejero de H a c i e n d a el Parlamento vota por el destierro a perpetuidad; pero el Rey se opone a que traspase las f r o n teras quien conoce tantos secretos de Estado, v conmuta su pena por la de cárcel perpetua... U n largo período en la serie de cartas de su buena amiga madame Scvígné muestra las zozobras de esta eñora en los día del proceso, su alegría inmensa cuando conoce la decisión de lo jueces, su despecho al saber la orden del M o narca. Entre la p r i m r r a s alusiones a este proceso que hace en sus deliciosas epístolas, hay una clara señal de inquietud por ciertas carta suyas que se han hallado en un cajón dé la mesa de F o u quet: ¿i que decís de todo lo que se ha encontrado... -le escribe a M Pompone con fecha i t de octubre; M e liaran la justicia de creer que no he tenido otro comercio con él que lo que arabo de explicaros I- a última es casi veinte año después: el de a b r i l de 1680 comienza una carta d i r i g i d a a su hita, con estas tristes palabras: M i querida n i ñ a E l pobre Fouquet ha m u c r t o Y desde una fecha a la o t r a sobre el maltrecho corazón del p r i sionero v a n cavendo años y años de olvido, de ingratitudes, de desesperanzas. L a leyenda se ha apoderado de su figura para velarle el semblante con una máscara de h i e r r o aquella que se mostraba alguna vez sobre las b a r W a n a s del castillo de Santa M a r g a i i u n lus 4 umbiado marineros d t l golfo de L y o n pero es lo cierto que vivió durante todo este tiempo en el castillo de F i g n e rol y murió en él. S a i n t- S i m o n siempre tan respetuoso con l a verdad, le duplica los años de su prisión: M o n s i c u r F o u q u e t- -d i c e- célebre por su desgracias, que, después de haber sido superintendente ocho años, pagó los m i l l o nes que el cardenal M a z a r i n o había robado, los celos de L e T e ier y de y u n poco de exceso en sus galanterías y en su fausto con treinta y cuatro afioi de cárcel en P i g n e r o l Sajnt- e equivoca en el número de años, pero se equivoca también en el número de faltas. A t r i b u y e a M a z a r i n o todas las malversaciones, cuando no se le puede culpar mas que de ser u n maestro p e l i g r o s o habla de los celos de Colbert y no piensa en que los celos son pasión y es fuego, difícil de prender en el espír i t u glacial de este ministro, y reduce su amor a las mujeres y al boato a un f oco de excesos. C u a n d o el relato de aquellas faltas y de o t o s excesos llegan a oírlos del duque vienen ya tamizados n MIi. l R R J M A D A M K DE SKVIGNE c c r una p e n s i ó n a m a d e m o í s c U c de L a ValHcre y dar u n a 6 esta tan e s p l é n d i d a como jamas ta v i e r o n los siglos en sois m a g níficas posesiones de V a u x L a pensión fué recliazada, y de la fiesta V i l o quedó como recuerdo agradable u n elegante relato que el señor de L a F o n t a i ne hace en su carta escrita a madame de M a u c r u l x con fecha J ¿de agosto de 1661... L u i s X I V desde la muerte de M a z a r i n o L A IKI A D E S A N T A M A R G A R I T A P. N C U Y O CASTIIXO S E C R E E E S T U V O E N C E R R A D A t- A M A S C A R A se ha desembarazado DE HIERRO de toda ligaduras y marcha, a l o l a r g o por veinte años de sufrimiento y humillaciones y él aún se i m a del camino real, con gesto u n a u t o r i t a r i o que parece milagroso a g i n a en este cedazo, más espeso el tamiz de los años de malavenlos que sólo conocían su vacilaciones pueriles de los añus últitura, y apenas si deja pasar a su través los más suaves y menudos mos... C u a n d o tiene conocimiento de l a oferta hecha a su duqueentre los petado del superintendente. s i t a cuando se da cuenta de los dispendios realizados en la fiesta C o m o entre todas sus faltas tuvo la v i r t u d de la liberalidad, no de V a u x e x c l a m a preciso p u r g a r el siglo con u n castigo del soportó más odios y persecuciones que los de aquellos que se creían que se hablara todavía dentro de cien a ñ o s obligados a velar por los caudales públicos; unos, como el R e y A las pocas horas de los festejos. Fouquet es detenido, en c u m por suponer que se confundían con los de su hacienda privada, u plimiento de una orden real, por A r t a g n a n subteniente de mosqueotros, como por rectitud de conciencia. P e r o contra este teros... E s t e es el gesto insignificante del que surge, como de la uÓiu K UÓ de las simpatías de aquellos a quienes favoreció, y a l pequeña v a r i t a m i l a g r o s a de Moisés, la Cascada espléndida de la gunos entre éstos le conservan su amistad en la d e s g r a c k v c o n mas entretenida o b r a de fantasía: I os tres mosqueteros. M a d a m e su a m i s t i d una disculpa ante l a f a m a M a z a r i n o mejor político, Scvigné consigna este oliscuro nombre de A r t a g n a n en sus carñero avariento, no deja tras él amigos como madame Sevigné y tas, enternecida cuando eJ pobre subteniente hidalguelo de proL a Fontainc, que hacen olvidar al mundo las inmoralidades de u n v i n c i a sold; tflo de fortuna, rodea de atenciones al desgraciado que Fouquet, extendiendo sobre ellas el velo de su generosidad y de conduce a las nTÍ h. nes de P i g n c r o l después del fallo del T r i b u n a l C o n los breve alusiones guc se encuentran en los relatos sus sufrimiento contemporáneos, u n autor del siglo X V I I I fabrica una falsas M e MARIANO T O M A S H

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.