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ABC SEVILLA 18-05-1932 página 25
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ABC SEVILLA 18-05-1932 página 25

  • EdiciónABC, SEVILLA
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A B C. M I É R C O L E S i 8 D E M A Y O D E 1932. EDICIÓN D E ANDALUCÍA. P A G ag. EXPLOSIÓN DE UN OCURRIDA AL DE EN MONTEEN MOEN LLANO D A ORIGEN DEPOSITO DE RÓN. PLAN LA DESCUBRIMIENTO BOMBAS TERRORISTA SEVILLA ACCIÓN PROVINCIA D E U n plan general de agitación terrorista en la región. L a situación social obrera. Antecedentes Nuestros lectores tienen conocimiento de l a explosión de bombas ocurrida en la noche del lunes en el pueblo de Monteilano, de cuyo suceso dimos amplia cuenta ayer. H o y al relatar el suceso con todos sus pormenores, queremos exponer unos antecedentes del mismo de carácter social. E n Montellano, hasta h a c i n o mucho tiempo, no se conocía l a agitación anarco- sindicalista. L o s trabajadores organizados pertenecían al socialismo y desarrollaban uña táctica pacifista. Después el pueblo se vio inun- dado de propaganda ácrata, los. obreros abandonaron casi en masa el socialismo- -donde sólo quedan unos trescientos- -y entraron de lleno, especialmente el elemento joven, en el anarco- sindicalismo. E l ambiente social, encalmado por naturaleza, se vio agitado, y pronto se exteriorizó en diversos sucesos. E n febrero de este año ocurren los sucesos, que motivaron una agresión a la Guardia civil. Entonces desaparece del pueblo la directiva del Sindicato que presidía Ildefonso Jiménez Arenilla, cuya es la casa donde ahora han explotado las bombas. Más tarde ocurre otro suceso, del que hasta ahora no ha dado cuenta la Prensa, por no haberse dado del mismo referencia oficial. E l labrador de aquel pueblo D Francisco R o dríguez Tóete recibe el i de abril un anóni mo en el que se le conmina a entregar 500 pesetas, so pena de que su domicilio será volado en caso contrario. E l Sr. Topete denuncia el. caso, y al día siguiente es detenido un individuo que, a l parecer, se confiesa autor del anónimo. Pero no obstante esta detención, el día 4 estallan dos bombas en casa del labrador amenazado, que ocasionan los mayores desperfectos en la acera de enfrente, por explotar hacia fuera. Estos hechos revelan la tensión del ambiente social de Montellano. E n estas circunstancias, viene el anuncio de huelga, los pasquines de propaganda, el cierre del Sindicato, ocurrido el 12 de mayo, por orden gubernativa, y la explosión de las bombas del lunes. dos bombas cargadas, a un metro una de otra. L a casa es pequeña. Cuatro habitaciones, tres de ellas pequeñísimas, una cocina y un corralillo. E n seguida se observa que estamos en casa de un anarquista. Vemos un ejemplar del semanario anarquista El Libertario, otro de la revista ácrata catalana La Revista Blanca, y un recorte de El Luchador. D é l a s paredes cuelgan una alegoría de Montjuich, de matiz libertario, un cromo de Galán y Hernández y un retrato pequeñito del agitador Miguel Schirru, que murió a manos de los fascistas italianos. E n la habitación más interior, que comunica con la cocina, hay dos cuadros de San José y un Crucifijo de metal, a la cabecera de una cama. E n esta habitación dormían los cinco niños de la casa cuando ocurrió la explosión. U n ventanuco pequeño, como una gatera, deja pasar la luz del corral. Retratos, bastantes retratos. Y en el cajón de una mesa, agazapada, temerosa aún por lo ocurrido, la noche anterior una paloma, que se refugia en el rincón del cajón. Enmedio de la cocina una mancha grande de sangre, y señales de dedos ensangrentados en las paredes. E n el suelo de la cocina hay unos grandes hoyos y unos ladrillos en desorden. L a otra versión es la siguiente: Se torna conocimiento en Montellano de que, procedente de Morón habían entrado unas bombas en el pueblo. E l sargento. de la Guardia civil, comandante del puesto, D José M a r tos, comenzó a las ocho a practicar registros en varias casas del pueblo, donde haoitan agitadores. L a noticia del registro llegó hasta Ildefonso Jiménez, que pelaba la pava Entonces dijo a la n o v i a ¡Espera que voy a beber! Y entró en su casa. Alrededor de un anafe unos familiares se calentaban. Su madre preparaba en una hornilla un poco de café. E n la hornilla próxima estaban las bombas. A l cogerlas Ildefonso unas chispas que aventó la madre prendieron en las mechas y sobrevino la explosión. Esto ocurría a las diez y media de la noche. L a explosión consternó al pueblo. Los vecinos acudieron con rapidez a la casa y cuando llegaren presenciaron un trágico cuadro. Los heridos cayeron al suelo, los niños saltaron de la cama con gran sobresalto y la anciana Concepción Arenilla, toda manchada de sangre, se arrastró hasta la cama de una habitación próxima. A u x i l i o a los heridos Los vecinos avisaron prestamente a las autoridades, quienes a la mayor rapidez comenzaron a actuar. E l personal sanitario, compuesto por los médicos D Alfonso B a rrera González, D Pedro Sanz Martín, don Ramón Vázquez Ramos, practicante don Francisco Reina Hidalgo, farmacéutico don José Rodríguez Marín y personal adjunto D. Manuel Alvarez Muñiz y D. Ángel Cebadlos, acudió en auxilio de los heridos, ejerciendo las funciones de su profesión. Se dispuso que los heridos fueran inmediatamente en dos coches del pueblo a S e v i lla y así se hizo. Pero, al salir del pueblo, se vio que el estado de Concepción Arenilla era desesperado, por lo que el auto que l a conducía desistió de llegar hasta Sevilla. Y a poco de entrar de nuevo en Montellano falleció. Los restantes heridos llegaron a Sevilla, ingresando en el Hospital. L a familia de Ildefonso Jiménez E n la casa número 40 de la calle Tetuán, vivía el matrimonio Rafael Jiménez, de sesenta años y su mujer, de cincuenta y ocho, Concepción Arenilla Moreno, que falleció a consecuencia de la explosión. Este matrimonio vivía en la citada casa con sus hijos. Ildefonso, Francisca, casada con Pedro Figueroa; Antonio, Isabel y R a fael. Otros dos hijos, llamados Juan y Catalina, viven casados en otro lugar del pueblo. E n la misma casa vivían los hijos de F r a n cisca, llamados Juan, Rafael, Juliana, A n drés, Concha y José María. De éstos cuando ocurrió la explosión, A n tonio estaba en el campo y Rafael, que tiene doce años, estaba jugando en la calle. Las primeras diligencias A l conocerse el hecho comenzaron a. practicarse las primeras diligencias de lo ocurrido. Llegó a Montellano el capitán de la Guardia civil de E c i j a Sr. D o v a l teniente de Morón, Sr. Pérez Martín; forense, don. Joaquín Santo; juez municipal de Morón, en funciones de instrucción, D. Ramón Cubero de la R o s a secretario, D. Eduardo Fernández Espinar; oficial, D. Guillermo Rodríguez Hernández; alcalde accidental, D Pedro Sanz Martín, y titular, en uso de licencia, D. Juan Pérez Mendoza. Se constituyó el Juzgado en la sala de sesiones del Ayuntamiento; en otro local quedaron los primeros detenidos, y comenzaron las declaraciones sobre el hecho. Versiones del suceso Tenemos dos versiones de cómo ocurrió el suceso. Sólo coinciden en que la explosión fué formidable, hasta el punto de que fué oída por los campesinos en diez kilómetros a la redonda. Hemos podido hablar con la hermana de Ildefonso, llamada Catalina. E s una mujer de treinta años, vestida de negro, que llora desconsoladamente. Tiene uno de los sobrinos en brazos. Los otros están repartidos entre los vecinos de la calle. Catalina dice que su normano estaba hablando con la novia, que vive una casa más abajo. y que entró en su casa a beber agua. A l entrar pisó una cosa en el corral y sobrevino la explosión. Catalina gime y dice: ¡Qué mala persona pondría aquéllo en mi casa! LEA USTED L a casa d o n d e han explotado las bombas E s la última casa de la calle Tetuán. U n a calle pina que tiene por fondo un olivar. E l auto sube fatigosamente, hasta llegar al número 40, cuya puerta guarda una pareja de la Guardia civil, que la víspera llegó de Coripe, y han recorrido ya tantos pueblos andaluces, que apenas saben ni el nombre del que ahora les alberga. E n la casa no hay nadie, y el día antes se cobijaban quince personas, que se apretujaban, en unos camastros que sacan las patas por las puertas de unos cuartos, sin ventilación, y sin más luz que la que viene de la calle y del corral. A l entrar en la casa nos dicen los guardia? ¡Cuidado ahí! Y vemos a la izquierda de la habitación de entrada un colchón en el suelo, y encima S e efectúan detenciones Inmediatamente se procedió a la detención de tres individuos, a cuya diligencia se concede verdadera importancia. Estos individuos son: Francisco García Navarro, Juan Alfaro Benítez (a) Zocato y Juan Escalante Romero. Ayer mañana se detuvo a José Alvarez González (a) Espadina. Se supone que estos cuatro individuo. en unión dé Ildefonso J i ménez, fueron los que transportaron las bombas desde Morón a Montellano. E l número de detenidos llegó hasta once incluida la actual directiva del Sindicato, que fue puesta en libertad por no recaer cargos contra ella. Esta directiva, que actúa desde los sucesos arriba anotados, parece que no tenía más misión que ¡a de aparecer responsables, mientras los otros actuaban d i rectamente.

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