Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC SEVILLA 23-07-1932 página 21
ABC SEVILLA 23-07-1932 página 21
Ir a detalle de periódico

ABC SEVILLA 23-07-1932 página 21

  • EdiciónABC, SEVILLA
  • Página21
Más información

Descripción

A B C. SÁBADO 23 DE JULIO D E 1932. E D I C I Ó N D E A N D A L U C Í A P A U 21. niencias privadas, a una economía con autoridad y atenta al interés colectivo, no puede producirse por un ademán genial o audaz. E s teniendo sentido de. la responsabilidad de una obra que ha de producirse por medios más solventes. y eficaces. Ciegos había de tener los ojos e imposibilitada el alma para juzgar con justicia quien no vea que en todos los órdenes de la economía nacional esta obra eficaz y solvente se está produciendo con efectos alentadores. E n c r i sis la economía mundial, España, que esta, en el mundo y que además vive la hora de un cambio de régimen, salvó esta crisis con características de reconstrucción y beneficio excepcionales. E l l o se debe a varios factores, pero en primer término a la política de l a República. D O N M A R C E L I N O DOMINGO DICE OUE E N E L D E B A T E POLÍTICO SE HICIERON AFIRMACIONES INFUNDADAS RESPECTO A LA ECONOMÍA ESPAÑOLA Madrid. 22, 7 tarde. E l ministro de A g r i cultura, después del Consejo en la Presidencia, recibió a los periodistas, haciendo- les las siguientes manifestaciones: -E n el debate político se hicieron afirmaciones- infundadas respecto de la situación de la Economía española. Se dijo, por una parte, que la realidad económica actual es grave, y por otra parte, que debe darse a l a Economía española el empuje que la discipline y la posibilite un rendimiento superior al que tiene. N o tienen fundamento, estas afirmaciones. E s una hora de crisis en l a Economía universal. E n uno de los países en que la c r i sis es menos intensa, Francia, su comercio h a tenido en los seis meses primeros de este año, con relación a los mismos meses del año anterior, una baja que se cifra en un número voluminoso de millones de pesetas. L a Conferencia de Lausana, que ha termi- nado con fortuna, ha evidenciado que la crisis económica en algunos países de alta categoría bordea la catástrofe. P a r a comprobar hasta qué punto en el mundo entero l a Economía se encuentra coíapsada, bastaría apuntar dos porcentajes: el de obreros parados y el de la baja en su totalidad de importaciones y exportaciones. N o se puede, pues, con lógica y con justicia hablar de España en la forma que se ha hecho. P r i mero, porque España está en el mundo, y si en el mundo hay crisis no puede v i v i r fuera de esta crisis España; Segundo, porque en la crisis universal, el país que menos, sufre, que menos la siente, que mejor la salva, es España. Acaba de publicar la D i rección General de Aduanas el resumen del comercio exterior de España correspondiente al último mes de mayo. ¿Qué declara este resumen? L o siguiente: que en dicho mes se invierte el signo negativo de nuestra balanza comercial, arrojando las exportaciones un valor bastante superior al de las importaciones. N o es este un hecho aislado e insospechado. Se venía produciendo en los meses anteriores, con graduación, que es testimonio no de un suceso ocasional, sino de una normalidad. E n el mes de mayo la situación es la siguiente: importación, 75; siete millones de pesetas oro; exportación, 89; ocho millones, o sea una diferencia a. favor de la última de 14, un, m i l l o n e e pesetas oro. E n el. conjunto de los seis meses y con relación a los años 1930 y 1931 fué de 86 millones oro, descendiendo en 1932 a 46,3 millones, o sea una reducción del 46 por 100 respecto al año anterior. Hungría, otro pueblo de Europa, presenta actualmente un balance igual. dible: reconstruir la economía nacional, racionalizándola. Pero esta obra podía em- prenderse de dos maneras: alegremente o seriamente, parcial o conjuntamente, con audacias irreflexivas o con conciencia clara de la- responsabilidad. Nadie podía suponer en mí que me lanzara por el primero de estos dos caminos. N o interesaba hacer con rapidez sino hacer bien. L o primero para ello era construir un organismo de alta autoridad, que conociendo lo que es nuestra economía estructurara un plan en el que articulara cuanto nuestra economía puede y debe ser y que este planquedara, no como programa de un Gobierno o empresa de un ministro, sino como programa de la República. Este organismo se ha creado y está ya en funciones: es el Consejo Ordenador de la Economía N a cional. Pensando que uno de los factores fundamentales de nuestra economía es la agricultura, podía irse a reformas fragmentarias o arriesgadas. N o se ha hecho. Se ha preferido con la reforma agraria iniciar eficazmente la transformación de nuestra economía rústica. Y con la institución de comisiones mixtas que regulen y reglamenten cada una de las actividades económicas se ha dado a estas actividades lo que no tenían: orientación, autoridad y disciplina. U n problema de solución ineludible, el del trigo, advierte hasta qué punto la economía ha adquirido con la República una atención y un rendimiento nuevos. Se hizo la importación de trigo exótico en términos irreprochables. N o ha quedado, terminada la importación, uno solo de aquellos expedientes que fueron el escándalo de importaciones anteriores. Y en el momento de iniciarse l a cosecha nacional se ha posibilitado definitivamente que en nuestra agricultura el productor encuentre reproductivo, el producto. Muchos otros aspectos en lo nacional y en la relación internacional podrían citarse en los que se evidenciaría esto: que en una h ora de indisciplina, económica la economía española va situando su disciplina, que en una de hundimiento de las economías más firmes la economía española, sin la unidad y la racionalización de esas economías n i crisis dramáticas, va poniéndose en pie y adquiriendo una categoría que no tenía. N o puede una transformación económica juzgarse por sus efectos inmediatos, sino por sus efectos remotos. L o q u e yo digo es que la República serena, cauta, responsable, ha entrado en la España de los problemas económicos nacionales y que aspira resolverlos, no iigerimente y con modo brillante, sino con método, sobre bases firmes, constituyendo órganos austeros y competentes, que permitan a cada actividad económica cumplir con beneficio la función que le es propicia. ¿Qué pudo hacerse más? L o importante no es hacer más o menos. E s hacer sin necesidad de rectificar y sin estragos. E l tránsito de una economía anárquica, movida sólo por conve- CON PLUMA A E N A Para salvar el Estatuto, punto en boca Con estos títulos publica ayer L a Libertad lo. siguiente: Leemos en la Prensa de provincias el siguiente telegrama, dirigido por el ministro de la Gobernación a los gobernadores civiles: Circular número 59, Abusando de la amplia libertad que se disfruta en España para fiscalizar y discutir todas las actuaciones políticas se han iniciado en algunas provincias españolas campañas de descrédito y difamación contra diputados a Cortes por el voto que éstos emiten en los asuntos sometidos actualmente a la deliberación parlamentaria. Se ha dado el caso lamentable de que ciertas autoridades municipales hayan contribuido con fines partidistas y excitando bajas pasiones a tan torpe campaña en forma que representa un insulto y una coacción para los diputados que votan con arreglo a los dictados de su conciencia y a sus principios políticos. Procederá V. E. a advertir a aquellos alcaldes de Ayuntamientos que se dispongan a intervenir en campañas de tal género, si los hubiere en esa provincia, que dicha extralimitación grave de carácter político tiene en la ley su sanción debida, que estoy dispuesto a aplicar en lo sucesivo, agotada ya la tolerancia que hasta ahora se ha tenido con quienes al atacar la independencia e inmunidad de los diputados, atacan ál principio mismo del régimen parlamentario y a la institución republicana. No, es necesario advertir, porque clavamente se percibe, que esta fiscalización sobra la actuación de los diputados, que el Gobierno quiere evitar, se refiere al Estatuto de Cataluña. Son muchos, muchísimos los Ayuntamientos de España que, interpretando el sentir de los pueblos que representan, no es- tan conformes y así lo manifiestan con él proceder de los diputados que por disciplina- de partido y obediencia al Gobierno votan en favor de las ambiciones catalanistas, contrariando la voluntad y el- mandato de sus electores. Y esto es lo que se quiere impedir con el telegrama circular transcrito; que las autoridades municipales sean intérpretes del estado de opinión adverso al Estatuto, patente en casi toda España, Pero ello se hace después de haber dejado que se manifestasen los Ayuntamientos catalanes en favor de las aspiraciones catalanistas. ¿Es que no tienen los de las demás provincias españolas igual derecho a exponer su opinión y hacer saber a los diputados lo que piensan y desean los pueblos da s: t representación, tanto más cuanto que no se trata de un tema político, sino de un asunta de envergadura nacional? N o puede, por consiguiente, hablarse fundadamente de una onomía quebrantada. España es, no una excepción dolorosa, que merezca destacarse como un baldón, sino, por el contrario, una excepción venturosa. Tampoco puede hablarse en el sentido de culpar a los hombres que gobiernan de no haber cuidado de la reconstrucción económica de España. Espr. ña económicamente en. tiempo de la Monarquía estaba por unificar, disciplinar y articular. Existían industrias y cultivos antieconómicos, los intereses atendían principalmente a un beneficio p r i vado y se desenv ilvían anárquicamente. N i dentro n i fuera de España se tenían y cuidaban los mercados posibles y propicios. x L. a República tenía un imperativo inelu- Ei Laboratorio radioeléctriGo del Cuerpo de Telégrafos E s t a información, de J Pérez- S Seoane, se publica en número de mañana de Véase la Sección Radiotelefónica

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.