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ABC SEVILLA 24-07-1932 página 4
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ABC SEVILLA 24-07-1932 página 4

  • EdiciónABC, SEVILLA
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por el número de sus estandartes. ¡Libro del pasado para enseñanza y ejemplo del porvenir 1 Ahora nos muestra D. Emilio Aspe, alma de esta instalación, que ha hecho el milagro de culminarla en menos de un año- -y cuyo elogio me está vedado hacer baio la pena de... perder una amistad de la niñer- ahora nos muestra otra salas y objetos, que ya. un poco apuradamente yo, voy a resumir. Estas actas son las del desafío del duque de Montpensicr y el infante D. Enrique. Este libro de promociones contiene una de sumo interés, por ¡úntame en ella nombres del publico dominio. Es la promoción de 1 S 03. De la pina de sus oficiales se destacan Mcrry v Pon ce de León, Cabaneltas, Cavalcanti, Fernández Pérei. Sotomavor. Silvestre, Dámaso Bcrenguer. ¿Y estas carta Es amos ya en la Sala de D. Diego de león. E s la mas breve del Musco, pero la que trae en evocación la vida y la muerte de uno de los caudillos románticos más ilustres del pasado siglo. Innecesario es que yo os diga quién fué y por qué murió fusilado. A u n las cartas, ue por cierto figuraron en la Exposición e Barcelona, escritas unos instantes antes de morir, cuyo contenido, cara a la muerte, proclama hasta donde llegan la fe y el valor de un caballero español c r i s t j i o aun las cartas, pocos habrá que no las conozcan. Aquí están, escritas con pulso sereno, puesta su alma en Dios, y su corazón en su mujer y sus hiios. Aquí esta la guerrera atravesada por los cinco balazos. Aquí los puros que regaló a iu guardianta la última noche. Aquí, en fin, sus cruces, sus sables, sus encomiendas, la ejecutoria de su vida militar. Otras salas. Aún quedan otras salas. L a gloriosa de A cántara, con su pilastra conmemorativa, que consagra el recuerdo de aquellos 27 jefes y oficiales y 514 soldados que murieron por España hace once años. L a de las vidrieras artísticas, cuadros y estatuas de Santiago, patrón del Arma, una de las pinturas, singularísima, no por su mérito artístico, sino por lo original de su concepción y factura en presentar al Caballero Apóstol sin el anacronismo de arreos c indumento, como generalmente le pintan los artistas de todos Jos tiempos; aparece la figura en otra actitud, más razonable con su santidad, y ataviado conforme al estilo de su raza y d e s u estirpe, no en jerarquía de la tierra, sino en la del ciclo. L a sala, en ultimo lugar, aunque no lo sean en orden, de la Cria Caballar, presidida por el retrato del famoso, celebérrimo caballo Wandick, con su árbol genealógico y su biografía Habéis de saber que estc caballo, nacido en Rusia a fines del pasado siglo, fue el fundador de la raza árabe en España. Todos los purasangre de hoy en nuestro país descienden de él. E l buen jinete encuentra en esta sala los mayores alicientes, y su admiración ídará prendida cr innumerables objetos, sección de monturas, en historial completísimo, acaso no tenga par. t Y ESOS JINETES QUE P A R E C E QUE V A N A GALOPAR? I labro que los romanos aprendieron de los intrépidos jinetes españoles, anterior a los primeros lanceros, en plena Edad Media, y sacaríamos a relucir por l a Crónica de Alfonio XI y alfrún libro de D. Juan M a nuel citas y alusiones de l a guardia del Rey, o cabaüo, con soldada fija; gente de lanza que acude a una y otra guerra en son de oficio, germen, sin duda, de lo que luego se llamó propiamente Ejército. E n general, basta recorrer las crónicas medievales- -y esto esta al alcance de quien uiera leerlas -para saber la importancia e. l a CaballtriU española a través de aquella edad guerrera, y con todo detalle- -pocas son las relaciones que dejan de consignar, al referir cada batalla, tantos infantes, tantos jinetes, con hipérbole casi siempre, claro es, en las crónicas, y luego historias, de los comienzos de la Edad M o derna. Pero no es este nuestro intento, ni mucho menos. Sigamos con la Sala de uniformes. V e d estos de la Casa de Austria, y estos otros de la de Bortón. Aquí están W de los caballeros de la Independa española. ¿Y esos jinetes que parece que van a ga- lopar? Untformrs raro y vñtmos. E l de aquél, suntuoso, de seda y oro, es el del turco platillcro. mascota del regimiento de Alcántara. E l soldado con tan exótico traje evoca hechos, tiempos y hombres de antaño: la campana de Hungría, el s i glo XVT. el nombre de Carlos V Recorred una a una las vitrinas de este sala y venid a esta otra. Sala control. Nuestra atención, solicitada por tanta curiosidad, por tanto glorioso recuerdo, por tanto motivo sensacional, vacila y aun desmaya. Ño, no; pongamos un poco de orden en la visita v destaquemos lo m i s interesante Pero el apuro es la opción. E n este rincón, retratos reales, bocetos de esculturas y esculturas que presidieron regimientos de Caballería y añora se alinean en roño de Museo; colección de sables y armas de todos los países del mundo. Apuntamos l a más antigua: siglo v m y. como curiosísima, cite sable- revólver, francés, síntesis de la ofensiva al alcance de la mano... Y o no puedo citar nombres- -se haría esto interminable- -de donantes y de caudillos cuyos sables y armas están aquí. Los que ofrendaron su vida por la patria y los que, sin perderla, ofrecieron su sangre, que el azar de una bala no derramó; todos los caballeros españoles tienen en esta sala un recuerda N o brillan ya estos sables al sol de la batallas. Descansan, consagrados por el triunfo, a la sombra de los estandartes que los dieron valor, i Gloriosos estandartes de la Caballería española I E n vuestro silencio sagrado del Musco habláis con suprema elocuencia. Fuera casi pecado que yo citara de vosotros uno sólo, excluyendo a los demás. Las páginas del de nuestros caballeros, áureas tantas de ellas, pueden contarse r Final. Y llegamos al final. Para decir, en otros términos, lo que al principio. U n antiguo dicho aseguraba: V i l l a por villa. Valladolid en Castilla Hoy podemos asegurar, y que podamos siempre: Museo por Museo, el de la Caballería española en Valladoíid. FRANCISCO MENDIZÁBAL, (Fotos Carvajal.

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