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ABC SEVILLA 07-12-1932 página 3
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ABC SEVILLA 07-12-1932 página 3

  • EdiciónABC, SEVILLA
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DTÁRJO ILUSTRAD O X Ñ O VI G E V S IM OCTA V O 10 CTS. N U M E R O ICARTEROOO! m W ZJk- SÉJt W J TH m V JL IQÓÍ JL- Í ss DIARIO ILUSTRA -A %I S 1 M- -Q g A O10 CTS: N t í M É R O F U N D A D O E L i D E JUNIO D E POR D. T O R C U A T O L U C A D E T E N A E n los servicios españoles de Comunica- clones se lia operado un cambio importan- tísimo. H a n pasado a ser republicanos. Es- ted arrojaba antes una caria, por. nn buzón, JCunca liemos estado- peor. y era un Estado monárquico el. que la re (Queja de las clases sociales. cogía, el que mataba el sello, la enviaba a dónde usted quería y la bacía llegar a ma En la noche acribillada, pon las finas agunos de su destinatario. A h o r a esas mismas jas de una lluviatque- cos é- la- confidencia- al operaciones las realiza un Estado republicacemento de la Gran Vía, -a la salida del café, no. P o r lo demás, todo continúa lo mismo. el escritor, humanisimo y o p r i m i d o vejado Pero ya es, bastante. H a y que tener en y temeroso, me. dice, cuenta el trabajo que significa cambiar los- -Nunca, nun cachemos estado peer- Es nombres de las cosas v substituir uno: secierto, que el pueblo no gana nada con llos por otros sellos. Las deficiencias que- ver arruinadas. nuestras torres, con este hoexistían con la M o n a r q u í a prosiguen ahora: rrible- desdén de- nuestro, mundo, con el es- P o r ejemplo, si le envían a usted un libro pectáculo de este bosque cerrado de. rencor desde Cuenca, la Administración- de. Correos en cuyo corazón se alza el monumento de la 110 se lo lleva a su casa, sino que le comuniincomprensión eterna. Nunca estuvo, quién ca en un pulcro impreso que hay un objeto se- batiera en un: -campo intelectual, ni sipara usted en aquellas oficinas y que puede quiera- en el campo de- derecho- de lo intelipasar a recogerlo cuando guste E n oíros gente, más acorralado, más burocratizade, países los carteros disponen de unos carrimás dolorido bajo la amenaza del palo y de tos de mano para hacer la distribución de la. injuria. J a m á s estuvo la inteligencia l i estos paquetes- un poco- pesados. Aquí tenet e r a r i a- m á s llena- dé- argollas políticas. mos que agradecer- a la Administración que -Pero lo que, me. e x t r a ñ a es que usted no nos invite a ir a recoger el paquete a- esperara más. de esto que de lo- otro. -Nunca Cuenca. vivió mejor el intelectual su- consideración y su boato que con- Felipe I I -por ejemplo. Si alguien nos dirige una carta con franE s muy respetable y muy digno que usted queo deficiente, -el señor administrador quisiera un cambio de cosas, pero me pavuelve a dirigirse a nosotros. A q u í hay algo para usted- -nos dice- pero o suelta- rece muy. ingenuo, q u é como, clase intelecusted equis céntimos- o ni lo recibe ni le tual- creyera ppr. ün! memento que los compromisos, ginebrinos, y los tópicos institudigo lo que es Usted pega un- -sello -por cicnistas de los caballeritos de la Enciclouna esquina e n- u n papel, se- lo remite- al pedia, asomados tímidamente a Rusia, puadministrador y el administrador entonces dieran traer un florecimiento d e las ideas, Je manda la carta. Menos nial que no es de y menos, obligados en la servidumbre de las rigor después ir a dejarle tarjeta. Pero en masas. esa absurda negociación han pasado tres o cuatro días, y si en la carta se trata de- -S i n embargo. Y o francamente, conalgo urgente, usted sufre, sin apelación, las fiaba... N o sé cómo explicarle. L o que esconsecuencias. E n otros países (Erancia, peraba que se nos. concediera ¡e r a en reapor ejemplo) el cartero lleva esas cartas, lidad tan poco... l A í g o que podía traducir- como todas las otras, y le cobra a usted en se- en consideración, en civilidad, y c i v i l i el acto la diferencia. zación de respeto a la criticaba la pplémi- ca; al distingo... ¡Y a habíamos los escrito- Para remediar estos pequeños males nores de E s p a ñ a transigido tantas cosas... hace falta talento, sino, sencillamente: es- P a s á b a m o s per- tener- la. seguridad de que tar enterado. Son minúsculas incomodada nuestros artículos, nuestros libros, no eran des, fáciles de evitar, y cuya desaparicióncomprendidos por- casi nadie; pasábamos polcaracteriza la perfección de un servicio. la- penuria eterna, por la carita triste deM á s asequible es esto que encentrar, el tono nuestos mujeres, qué veían cómo en cualconveniente para ciertas cuestiones que quier profesión se lograba un. bienestar que afectan a los intereses espirituales de a nanosotros no alcanzaríamos nunca; pasábación. Hace algunos días, en una de las semos porque cualquier imbécil, lleno de cock- siones de la Conferencia Internacional de iails, nos mirara por. encima del honibro e Telecomunicación, que se celebra en M a hiciera un chiste de nuestro- traje pasado drid, con motivo de haberse hecho extensiva al inglés la condición de idioma oficial, -de moda, de nuestro traje, que quizá no tuvo moda nunca; pasábamos por haber reque el francés disfruta, el encargado de nunciado hasta de amor para no distraer- Negocios de Cuba, Sr. Picbardo. defendió nuestro corazón ds. sagradas misiones y tal igual ventaja para el español, y el embajavez. porque sabíamos que nuestro corazón dor argentino hizo suya, calurosa y elono era divertido para las mujeres que cancuentemente, la propuesta de su colega N i tábamos sin haber tenido nunca... P e r todo un solo delegado de las múltiples naciones pasábamos, amigo mío, usted lo sabe. P o r hispanoamericanas rehusó la cooperación todo, para sacar un poco la cabeza entre fervorosa de su palabra a este empeño. Y entonces, el vicepresidente de la Delegación torres de amargura y encontrar, en una empalizada de años, una. sola mirada atenta y española se limitó a declarar concisa y meamorosa. Y nos habían dicho que la aristolancólicamente que si aquella proposición cracia era sorda para nuestra voz, que la ¡legaba, a, ser votada, nuestra delegación se burguesía no se preocupaba de nuestros esvería forzada (sic) a apoyarla. critos... Y yo. sinceramente se lo. digo, esPero el Sr. Galarza. que preside la Conperaba que ahora, precisamente ahora... ferencia, libró a España de la incomodidad- -A h o r a menos que nunca, amigo... ¿Q u e de que su lengua se hablase, proponiendo puede usted esperar de quien ha cambiado en un francés falto de franqueo juc l a el oro de su soledad por la calderilla del cuestión planteada (sic) fuese humildemenmando? No- es nuestro tiempo éste. Estoy te retirada. por decirle arme, mineares- tiempo... Y viva España. 1 1 1 y D E S D E N A L E S PT. RITU: E S C R I B I R ¿P A R A QJÍÉ? y digo que me aiu- epl caío; d- ji Y S E R V I D U M B R E DE; d a ñ o que con niití eüci; it srdray: i. -producido. LÁS M A S A S (Retractación, Tives. de D. AMniieo í Y a me iba acostumbrando a vivirvsiri. es- cribir. Y a me iba quitando el vicio, este gran. vicio, superior en dominio al tabaco y las drogas. Durante estos días de absún- en- cia- de periódico, yo recordaba qué cuando el sitio d e j a s posiciones de- -Uad- Lau, en. los partes de los. sitiados, modelo, de- ie- iein- plaridác! flotaba esta angustia Lci; ¡único que echamos de. menos es jelitabiito Muer- tos de hambre: y sé d ni. siquiera menciona- bán la falta de víveres. Dispuestos ya a morir, aquello que podía matarles- 110 les- preocupaba. Ea prohibición de escribir, le trae al escritor escasez y. necesidad; pero como a los sitiados por jos moros, lo que le molesta, lo qué le. duele, es lo. vicioso, no por vicioso, sino por sugerencia de hábito, que en la escala de lo útil, da preferencia a- lo que- llamaría inútil el hombre práctico. N o poder fumar y l i ó p e d e r e s c r i b i r han sido las dos penas niás fuertes; que sé le han impuesto al hombre que gustaba cíe estos dos modos de trivialidad. BorqHe. fumar y escribir viene á ser) -Jó misino son dos acciones íntimas que van, aPmismo, s i- tio r u a d a Cuando se lleva u nÓS áñós de. fumador, sé advierte en lósíorjiránosel. desequüibrio del tabaco. Cuando se lleva- unos años de escritor, se advierte eií. el- ánimo el desequilibrio, -l a inutilidad, larinexistencia de lo que nos pareció fundamental. Y a nos íbamos acostumbrando a esa paz espiritual de v i v i r sin escribir, y nos íbamos recuperando, haciéndonos m á s íntimos, m á s para los nuestros, para- los que apenas somos, -de tanto ser- para los demás, para los indeterminados. Y he aquí, que otra vez, vuelta a escribir con apremio- dé il ia y hora, y quieras- o no, otra, vez a. ponerte al día, al día de los otros que casi nunca suele ser -el tuyo. Y al- abrir- los ojos otra- vez a la luz de fuera, tropieza nuestra pnmera mirada con lo que escribió -p ¿nia. ndóescribir el que, recogía su mirada clél niundo: y digo que me arrepiento del vdáñb quo con mis escritos. haya producido Y. se iios mete esta frase postrera en; ese- lugar. -riel cuerpo, -nada fisiológico, por donde- -andan las emociones, cuándo aliviados del; dolor de no iescribir, nos dijeron que: siguiéramos escribiendo. Seguir escribiendo, ¿para, qué r Para no ver nunca un- ideal logrado, parano disfrutar de paz espiritual, que unas veces los errores propios y otras veces, la incomprensión ajena, traen, y llevan ia i n quietud. Y: luego, para qué. Para? que- el. último día, digamos- -si tenemos! tiempo de decirlo- -como el admirable Vives, que nos arrepentimos. del daño que nuestros escritos diayan producido. ¿N o sería inejor- decírlo ahora, sin esperar, y no volver a escribir? ¿P o r qué empezar otra vez cuando ya nos íbamos, curando? Pero hay que escribir y ponerse al día, al día que casi nunca es. nuestro y así hasta. que llegue, la. fibra inevitable de la retractación, un día que será todo nuestro. 1 ¡W. F E R N A N D E Z FLUREZ C É S A R r G Q N A E E Z- R U A N p C O K R Ü C I- E W Ó

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