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ABC SEVILLA 29-12-1932 página 38
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ABC SEVILLA 29-12-1932 página 38

  • EdiciónABC, SEVILLA
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NOVELA DE Z A N E G R E Y T R A D U C I D A POR L A SEÑORITA I S A B E L L A C A S A (CONTINUACIÓN) y medio a nadar a lo largo de lo que parecía un estrecho charco, que contenía otras ovejas, que se removían asimismo de un lado para otro. Después vio Carley a ambos lados de aquel estanque a hombres que se inclinaban con largos palos provistos de ganchos. Su trabajo consistía en empujar a las ovejas hasta el extremo del estanque y hacerlas subir por una rampa de madera que conducía a otro cercado, donde había ya amontonadas gran cantidad de ovejas que tenían un color sucio, como el agua en que habían sido sumergidas. ¡Al agua! ¡Al agua! Las ovejas eran arrojadas una detrás de otra. De vez en cuando dejaba alguna de hundirse. Entonces uno de los hombres la empujaba con su palo y levantaba rápidamente su cabeza. Aquel trabajo continuaba con precisión y rapidez, a pesar de los gritos, tropezones, balidos y del incesante movimiento, que daba la sensación de que existía una gran confusión. cia de su osada mirada hacia que la bestialidad de aquel hombre fuera aún más difícil de resistir; más intensa. -Ven, Carley; alejémonos de este espectáculo desagradable y maloliente- -gritó Fio. Carley necesitó de la ayuda de Fio para bajarse de la empalizada rodeada de aquel humo tan denso y aquel hedor tan inso portable. -Adiós, lindos ojos- -gritó el hombre del cercado. -Mira- -dijo Fio cuando salieron de aquel sitio- le voy a decir a Glenn unas cuantas cosas desagradables por haberte dejado venir aquí. -Yo tuve la culpa- -balbució Carley- Dije que resistiría el espectáculo. -Oh, ya sé que eres muy valiente. No me refería a la maniobra de chapuzar las. ovejas... Ese hombre es Haze Ruff, el individuo más brutal de este rancho. ¡De buena gana le daría un casCarley vio una tubería que iba desde un gran depósito de agua tigo ejemplar... Se lo diré a papá y a Glenn. hasta el estanque. Aquel fluido obscuro salía de allí. De una má- -Haz el favor de no hacer semejante cosa- -contestó Carley quina vieja y roñosa con una gran chimenea salía aquel humo tan suplicante. denso. U n hombre abrió un saco lleno de polvos amarillos y arro- -Y a lo creo que lo haré. Papá necesita muchos hombres esjó su contenido dentro del agua del estanque. A continuación vertió tos días, y por eso es tan benévolo. Glenn le pegará una paliza, y un líquido que parecía ser un. ácido. quiero ver cómo lo hace. Carley vio en Fio Hutter otra fase di- -Sulfuro y nicotina- -gritó Fio a Carley- E l veneno del ferente del carácter de los habitantes del Oeste, una violencia fiebaño de las ovejas. Si alguna oveja abre la boca, generalmente se ra e indomable que se dejaba ver- en la tranquila voz y en la pemuere. Pero a veces salvan a alguna. netrante mirada de la muchacha. Carley deseaba apartarse de aquel espectáculo tan desagradable, Volvieron junto a los caballos, sacaron sus almuerzos de las pero sentía que le retenía una especie de fascinación. V i o a alforjas, y después de, encontrar asientos cómodos en. un sitio soGlenn y a Huíter que se incorporaban a la fila formada por los otros hombres y que trabajaban con toda su alma. Los dos. hom- leado y amparado, se pusieron a comer y charlar. Carley tuvo que forzarse para poder atravesar ios alimentos. Parecía que el hobres que abrían, paso a las ovejas en el pequeño cercado las hacían rrible olor del ganado y del agua del estanque lo había invadido pasar tan velozmente, que cada trabajador tenía una tarea precisa todo. Glenn la había conocido mejor que ella, se conocía a sí misque llevar a cabo. De repente, Fio dio un grito señalando algo. ¡Mira! Esa oveja no ha salido aflote- -griten- Seguramen- ma, y hubiera querido evitarla una escena desagradable e innecesaria. Sin embargo, la testarudez de la muchacha llegaba hasta el. te habrá abierto la boca. punto de no deplorar el haber contemplado aquel espectáculo. Entonces vio Carley que Glenn hundía enérgicamente su palo- -Carley, tengo que reconocer que tienes más resistencia que identro del agua y rebuscaba hasta saber dónde se encontraba la todas, las muchachas de la ciudad que han estado aquí hasta la feoveja sumergida. Levantó la cabeza del animal hasta sacarla, fuera cha- -dijo Fio. del agua. No daba señales de vida. Glenn se arrodilló para sacar -Gracias. Esas palabras pronunciadas por una muchacha del del agua ál animal con sus nervudas y morenas manos y arrojarlo Oeste son una alabanza que no echaré en olvido con facilidad al suelo, donde se quedó completamente inerte. Glenn le friccionó, -contestó Carley. y trabajó tanto como Carley había visto trabajar a los guardacos- -Lo digo en serio. Hemos tenido un tiempo infame. Y como tas para salvar a un hombre medio ahogado. Pero la oveja no resfinal de la excursión venir a este agujero a contemplar el especpondió a la activa intervención de Glenn. -Es inútil, Glenn- -gritó Hutter con voz ronca- Está muerta. táculo del chapuzón de las ovejas. ¡Por lo visto, Glenn quería que tuvieras que vencer verdaderas dificultades! Carley no dejó de observar él estado de las manos, brazos y- -Fio no quería que fuera de la partida, y especialmente no pantalones de Glenn cuando volvió a trabajar junto al estanque. quería que viniera aquí- -protestó Carley. L a mirada de Carley fué fijándose en todos los actores de aquella- -Y a lo sé; pero te dejó sin embargo que lo hicieras. escena. De repente se detuvo en aquel ser gigantesco que tan bru- -N i Glenn ni ningún otro hombre podrían evitar que yo hitalmente manejaba a. las ovejas. Cada vez que cogía una y la ciera lo que se me ocurriera. arrastraba hacia el estanque gritaba: ¡Oh, oh Carley le miró- -Perdóname que te diga- -dijo Fio- -que no estamos de acuera la cara, y se quedó asombrada al encontrarse con que él la mido. Me parece que Glenn Kilbourne no es el mismo hombre que raba a su vez de la manera más descarada y. más osada del munconociste antes de la guerra. do con aquellos ojos malignos que la muchacha tuvo la desgra- -No, no lo es. Pero eso no altera lo que he dicho. cia de incitar. Se sintió dominada por un sentimiento de horror- -Carley; no nos conocemos bien- -continuó Fio cuidadosamencompletamente nuevo en ella. Aquel hombre no tenía muchos te- y yo no soy de tu clase. Ignoro vuestras costumbres deí más años que Glenn. Sin embargo tenía el pelo gris, un rostro Este. Pero sé en cambio el efecto del Oeste sobre los hombres. lleno de rayas, y cicatrices, labios gruesos y osados y pobladas cejas, bajo las cuales brillaban sus claros ojos. Cada vez. que se La guerra arruinó a tu amigo, tanto, física como moralmente... ¡Qué lástima nos daba a mi madre y a mí de Glenn, en aquellos volvía los fijaba descaradamente en el rostro de Carley, en su días en que parecía ir a morirse! ¿Sabías que fué víctima de los cuello y en la curva de su busto. Instintivamente se abrochó su gases asfixiantes y que tuyo cinco hemorragias? traje de montar. Sintió como si alguien hubiera quemado su carne. Aquel hombre la fascinaba como una serpiente. L a inteligen (Se, continuará.

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