Archivo ABC
ArchivoHemeroteca
ABC SEVILLA 10-12-1933 página 13
ABC SEVILLA 10-12-1933 página 13
Ir a detalle de periódico

ABC SEVILLA 10-12-1933 página 13

  • EdiciónABC, SEVILLA
  • Página13
Más información

Descripción

CRITICA Y NOTICIAS DE LIBROS El molino maldito de D. Luis M Somines, por J. López Prudencio. Logaritmo de Antonio Botín Polanco. Otros libros. Nuestro querido amigo D. Luis M Somines, que, laborando en publicaciones cubanas, logró ya en el Diario de la Marina manifestar una recia contextura de periodista, ha sentido, al cabo, decidida vocación por la novela. L a génesis de esta vocación quizá esté en la evolución de sus aptitudes periodísticas, pasando de las animadas y vivas informaciones al cultivo de la anécdota imaginativa y de ahí al asunto breve, a la narración festiva ct sentimental, según las exigencias de los múltiples imperativos de las tareas y finalidades cotidianas del periodismo. Lograda una agilidad y aun fecunda facilidad en el logro de estos menesteres, no es raro que en el espíritu germine y se desarrolle la tendencia explicable, y hasta lógica, de proseguir la senda de la inventiva narradora y de la observación analizadora de la vida hasta probar fortuna en más vastos horizontes. Por está ruta nos figuramos que el esforzado luchador ha arribado al tentador estadio del cultivo de la. novela, y no por cierto sin fortuna, por lo que recientemente pone en la calle su segunda tentativa, protegida ya por el éxito que tuvo la primera. El molino maldito se titula esta nueva obra. E n ella revela el escritor, como en la primera, las condiciones más indispensables en un novelista: una robusta fecundidad imaginativa y un penetrante espíritu de observación. Son éstas dos aptitudes sin las cuales son inútiles todas las tentativas para urdir una ficción novelesca que tenga virtud para atraer unos segundos la atención del lector. Por éso nuestro querido amigo, lo mismo en ésta que en su anterior novela, logrará numerosos lectores que paladeen con gusto la invención. Lo consideramos verosímil. Sin embargo, la sinceridad nos obliga a advertirle que, aun cuando las dotes de que dispone spn absolutamente indispensables para crear una obra interesante, no bastan, si se quiere vencer definitivamente en este empeño. No basta tener cosas que decir, que es lo que da la fecundidad imaginativa y la agudeza observadora. Es necesario decirlas bien. Y en esto no aludimos sólo a la corrección, pulcritud y elegancia externa del léxicq y al lujo de la cadencia expresiva, que son también partes muy substanciales en estos menesteres, sino á la disposición técnica de la materia y a la selección hábil y oportuna de los detalles preferibles para dar la sensación más viva y menos ingrata de lo que se necesita sugerir, y el matiz más suave y menos desentonado en el color. Todo esto es muy indispensable para que rindan todos sus frutos de bendición colmadamente las dotes de que nuestro autor está tan reciamente pertrechado. Además se observa en toda la contextura de esta obra, como de la anterior, que 1 autor, periodista antes (en el tiempo) que novelador, no ha perdido el hábito de dar, ante todo, preferencia al interés narrativo que acucie primero, y satisfaga, al cabía, la curiosidad noticiera, sin preocuparse gran cosa de que la vibración afectiva circule por las páginas del libro, proporcionando el paladeo gustoso de la emoción. Espíritu perspicaz, no deja de percibir éste vacío, y se figura llenarlo con algunos 5- eüeves dé cruda desnudez, en nada necesarios para el exacto delineamiento de las figuras y el acentuado colorido de los sucesos, y hasta tocando en algún caso la manida y ya gastada cuerda del picaro clericalismo. Pero el empeñó resulta baldío. Podrá ser efectivo. Verdad histórica. Pero no todo lo histórico, lo real, es estético, cuando no engrana artística y emotivamente en el cuadro como elemento esencial y armónico de su composición; y es lástima que datos tan preeminentes de novelador cómo se revelan en nuestro admirado amigo se malogren por esta equivocada elección de los resortes técnicos para lograr la acabada perfección. Nosotros confiamos en que, si persiste en su empeño, la experiencia le irá dictando las normas para desvanecer estas equivocaciones, ya que revela tan vigorosas facultades para alcanzar plenamente la meta de sus legítimas aspiraciones, cuyo logro está muy lejos de necesitar la apelación a esos recursos, cuyo empleo, lejos de facilitar la victoria, serán siempre remora o quizá obstáculo insuperable para alcanzarla. J. L Ó P E Z P R U D E N C I O LOGARITMO, de Antonio Botín Polanco. -Las inocentes peripecias de un amor sin grandes complicaciones sirven al autor para ir formulando postulados filosóficos con ansias, muchas veces logradas, de originalidad. Alguna vez la originalidad buscada toma carácter de pensamiento arbitrario. De intento se huye en la novela de toda forma vulgar de expresión, de todo lugar común de concepto o de lenguaje, de toda acepción convencional y corriente en el léxico de las pasiones. Igualmente su autor, Antonio Botín Polanco, se afana por la novedad de la metáfora, por la originalidad del símil, por la novedad de la observación y del juicio, por asombrar al burgués de cuando en cuando. Botín Polanco escribe disquisiciones en torno a cualquier tema vulgar que le salta de la pluma. A veces, desentrañando una palabra cualquiera, llena el autor todo un capítulo de sutilezas. Unas, vistas de frente, engendran otras en que el tema aparece de perfil. Unas figuran alumibradas por luz de sol y otras- por luz artificial. Estas son producto de una reacción moral y aquéllas, de una reacción de intelecto. Pequeñas son las peripecias novelescas de Logaritmo. Grandes, por el contrario, las reflexiones que el espectáculo de unas vidas sencillas sugiere al novelista. Antonio Botín Polanco, más ensayista que novelador. -A. C. DON EL ANTONIO BOTÍN POLANCO por D. Mariano H Cornejo. -El equilibrio de los continentes fué originalmente escrito en francés. Ahora esta edición, lo mismo que la inglesa, ha sido hecha por la Dotación Camegie, para incluirla en su biblioteca de la paz. E l punto de vista del Sr. Cornejo sobre la paz es interesante y original. Considera que las realidades modernas, económicas, políticas y diplomáticas han tomado una dirección incompatible con la guerra, y que, en consecuencia, el desenvolvimiento jurídico que ha declarado la guerra fuera de la ley no es una obra inspirada por un sentimiento humanitario, sino la expresión de una solidaridad adquirida por intereses que fueron antagónicos, pero que su extensión ha hecho solidarios. L a guerra, que fué considerada primero un deber religioso, despifés un derecho, y actualmente un crimen, no podrá sobrevivir en la Historia, porque ella requiere, no sólo la ambición de los intereses, sino un idealismo capaz de inspirar el sacrificio individual. E l equilibrio de los Estados para prevenir la conquista tuvo que ser guerrero. E l equilibrio de los continentes que representa la solidaridad de intereses económicos y jurídicos, amenazada por los antagonismos nacionalistas, tiene que ser pacífico. Esta es, a grandes rasgos, la tesis desarrollada por el Sr. Cornejo, con un criterio sociológico de amplio alcance y con. una brevedad y claridad que cautivan al lector. CONSULTOR Y MAESTRO D E ORTOGRAFÍA E S PAÑOLA. -Con 2.500 palabras resuelve el au- EQUILIBRIO D E LOS CONTINENTES, DON LUIS M SOMINES, (FOTO YO) tor de esté folleto, D. Felipe Tejada y Ramírez de Arellano, toda duda que pueda presentarse a cualquier español que desee escribir con propiedad su lengua. Siete reglas y 19 cuentos comprenden esta llave de la Ortografía vernácula. Es la simplificación mayor que existe.

Te puede interesar

Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.