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ABC SEVILLA 31-12-1933 página 41
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ABC SEVILLA 31-12-1933 página 41

  • EdiciónABC, SEVILLA
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EXTRAORDINARIO DE A B C D E F I N D E AÑO. P A G 41 ifcñj vid, olivos, prados y praderas, barbeconfianza, sin la cual no es. dable pensar en m chos y rastrojeras. Las condiciones climael nacimiento de este resorte que mueve pon tológicas influyen en la producción, pero la deradamente la vida de un país. Reforma agraria, la ley de Cultivos, la de ¿Es mucho pedir? Términos municipales y la de ArrendamienSeamos optimistas. E s t a razón moral- -no tos han sido, evidentemente, causas de trasotra- -nos induce a esperar el avance. torno durante el año en el agro español, y CARLOS C A A M A Ñ O en cuanto al trigo, así como en cuanto- á otros productos, deberá esperarse depresión ¡en el total de datos cuando queden cifrados. E L AÑO CINEMATOL a política, y a universal, de contingentes, modificaciones arancelarias y Tratados coGRÁFICO merciales ha producido fuerte contracción Cuatrocientas ocho películas se han proen el volumen de nuestro comercio exterior, yectado en Madrid durante el año que ahora reduciéndolo en los diez primeros meses termina, lo que significa un aumento de se- -últimos datos- -desde 1827 a 1931 y 1.213 senta y ocho sobre las trescientas cuarenta millones de pesetas oro, del trienio, y paraestrenadas en 1932. H e aquí el origen del lelamente ha determinado un saldo desfavomaterial que ha nutrido nuestras carteleras: rable que se cifra para la balanza mercanpelículas norteamericanas, 232; europeas til en 165, en 203 y en 151 millones. N o se (inglesas, francesas y alemanas) 161; esconoce la posición de nuestra balanza de papañolas (rodadas en estudios extranjeros) gos, cuyos estudios se están ahora ultimannueve; españolas cien por cien, seis. Comdo con respecto a 1932. parando estas cifras con las del año ante t Tras estos índices de las actividades serior, resulta que la producción yanqui auñaladas hay otras de la economía financiera menta en 33 cintas; la europea, en 44, y la que, como complemento, conviene analizar. española, en tres; mientras las versiones en E n los tres primeros trimestres del año, los nuestro idioma, fabricadas en los estudios de s ingresos del Presupuesto general del Estado Hollywood y Joinville, pierden 12 puestos, fueron de 3.193 millones de pesetas, sin reconsecuencia natural del impulso que últimacursos municipales, contra 3.280, y separanmente se ha dado en España a la creación do, para la apreciación, las emisiones de T e de entidades productoras. soros, empréstito de Cultura y Política social, E l año 1933 cierra su balance cinematoy deduciéndolos de los gastos, que suman gráfico con un porcentaje de éxitos que no 2.884 millones, contra 2.943, nace, desde luehabía sido igualado desde los últimos tiemgo, un déficit. Pero lo interesante es saber pos del cine mudo, puesto que no solamente el resultado final del Presupuesto, que no se aumentó la cantidad del celuloide exhibido determinará hasta los primeros días del nueen Madrid, sino que mejoró considerablevo ejercicio. Habrá insuficiencia, que quizá mente su calidad. Esto quiere decir que los no llegue a la prevista por el juicio público, productores, pasada la desorientación que pero que tendrá importancia para aconsetrajo el inicrófono, empiezan a conceder be- I j a r la mejor ordenación que debe tener en ligerancia a los realizadores inteligentes y el futuro la ley económica del Estado, neceentregan a éstos la dirección de un negocio sitada de una reforma que, al reducir gasque hasta hoy dependía exclusivamente del tos, concuerde mejor el nexo de los ingredepartamento comercial. sos y los dispendios presupuestos. Mucho tiempo han tardado los fenicios de L a situación de los valores cotizados en la pantalla en comprender que el cinema no las Bolsas es más favorable al terminar el puede prescindir de su dignidad artística año que en el anterior. L o s fondos públicos para convertirse en negocio. Más elocuente acusan ventajas de dos a cinco enteros; las que todos los consejos ha sido el fracaso de cédulas hipotecarias y locales, de tres a diez; los films realizados con la vista puesta en las acciones hidroeléctricas, de tres a 34; la taquilla, al margen del más elemental delos ferrocarriles, de 32 a 5 S puntos, y otros coro, para convencerlos de que únicamente signos industriales (Explosivos, Seguros, las obras garantizadas por un animador sol Metalurgia, Teléfonos, minerales, etc. alzas vente eran capaces de traducirse en dólares. también de mayor o menor cuantía. Se exAsí, las producciones llegadas a nuestras ceptúan los valores bancarios, que sufren bapantallas en 1933 acusan una marcada ten ¡jas de 10 a 25 enteros, con separación del dencia a separarse de los caminos exploBanco de España, que mejora 27. tados y buscar horizontes nuevos niás allá E l total de créditos registrados en los badel humor francés, del vals vienes y del lances de l a Banca inscrita da para los tres gángster americano. S i n olvidar a Rene primeros trimestres 1.913 millones, contra Clalr, a Geza von Bolvary n i a H o w a r d y las cuentas corrientes de particuH a w k s pero sin reiterar hasta el infinito lares a l a vista, 2.972, frente a 2.849. los hallazgos de estos innovadores, que die 1 Y en cuanto a la circulación de billetes, ron una personalidad inconfundible a los créditos con garantía y personales, descuentalkies de Francia, de Alemania y de Nortetos comerciales y otros signos del balance américa. E n 1933 han variado mucho las del Banco de España, último publicado al cosas; ningún año, en efecto, nos ha traído escribir estas líneas, no ofrecen variaciones tantos valores nuevos, ni nos deja tantas pesensibles, excepto en la posición del Tesoro lículas que merezcan señalarse como excepante su cuenta con el Banco, que es mejor, ción sobre el nivel medio, registrado geney en cuanto a las cuentas corrientes ordinaralmente en estos balances. rias, que se reducen más de cien millones, i L a moneda española se mantiene casi Películas excepcionales han sido las amecomo el año anterior. ricanas Soy un fugitivo, revelación de un director, M e r v y n L e Roy, catalogado hasta De esta somera observación sobre el proahora en el montón de los discretos, y Caceso vital económico, puntualizado en cuanbalgata, del veterano Frank Lloyd. Y las to ha sido posible, se deducen signos favoeuropeas- -ya hemos dicho en más de una rables y adversos, como corresponde a una ocasión lo difícil que es señalar la nacionaposición un tanto dislocada, como la que lidad de estas películas, producto de una esregistra España en el período analizado, pero trecha colaboración francoalemaua- ¡Alió, es satisfactorio ver que hay expresiones París! de Julien Drtvivier; L opera de quat francamente alentadoras, que, en proporción soiis, de G. W Pabst; Tumultos, de Robert adecuada, neutralizan esas oirás adversidaSiodmak, y Noche de gran ciudad, de Fcdor des y que disponen el ánimo a esperar feliz acentuación para 1934 en la vida económica Ozep. Valores absolutos, por el contenido y financiera, a condición de que se inicie humano del argumento y por su perfecuna política de recuperación de la autoridad ta realización. Junto a estos aciertos totales pública, una acción que restablezca el orden es de justicia colocar las obras que respony una corrección presupuestaria y legislativa den a una preocupación por salir de la vulsocial, agraria y económica que infunda- garidad de los ternas manidos: ¡Si yo tuvie- ra un millón! de un grupo de a u t o r a y i directores a las órdenes de Lubitsch; De pura sangre, de Charles Braóin; Titanes deU ciclo, de George H i l l y S. O. S. Iceberg, dt T a y Garnett, entre las americanas, y Las ocho golondrinas, de E r i c h Waschneck; La luz azul, primera realización de la famosa actriz montañera Leni Riefenstahl; María, de Paul Fejos; Las maletas del señor O. F. de A l e x i s Granowsky, y Estupefacientes, de K u r t Gerron, entre las europeas. Buenas películas también, por sus aciertos parciales- -dirección, interpretación, puesta en escena, etc. -son las americanas El hombre y el monstruo, Una tragedia humana, La melodía de la vida, Los crímenes del Museo, El pecado de Madelon Claudet, Susan Lenox; El signo de la Cruz, La usurpadora, Grand Hotel, El cantar de los cantares, Rebeca, por: su magnífica primera mitad, y Melodía en asid, con certeros atisbos de buen cinema. Y las europeas Don Quijote, Catorce de julio, La Atlániida, No quiero saber quién eres, Ronny, El sueño dorado, Todo por el amor, Paprika y Un perro con pupila, excelente vodevil de Jean Choux. j Dos realizadores, de quienes no conocíamos ninguna obra anterior, se incorporan este año a la pantalla europea. L a novedad que traen estos directores está al alcance de todo el mundo, porque no necesitan argumentos a su medida; se limitan a llevar a la pantalla temas que han sido siempre del dominio público y que ahora nos parecen inéditos por cómo ellos encuentran cinema donde han fracasado todos sus antecesores: W i l ly Forst, el excelente galán germano, no tiene nada que aprender del más inteligente animador de esas comedias en que el tema musical impone un ritmo a la imagen. S u labor en Vuelan mis canciones descubre infinitas posibilidades al micrófono como auxiliar de la cámara tomavistas. Su compatriota M a x Ophuls es el otro valor nuevo, que ha sabido traducir en poesía el suceso vulgar que sirve de argumento a Liebclci. Vuelve la revista americana a solicitar el concurso de la girl, elemento insubstituible, y a que el éxito de la comedia musical de- j pende tanto del acierto del director como de la cantidad y calidad de las muchachas captadas por la pantalla. Torero a la fuerza, La calle 42 y Vampiresas 1033 son bellas muestras del género, aunque la última haya; perdido sus mejores fotogramas para dejan sitio a una comedia de enredo. E l teatro- -todavía queda teatro en el cinema- -estuvo representado por una buena película fran- cesa, Topase, de Louis Gasnier, y por otra americana. La calle, inmejorable adaptación de K i n g V i d o r Seis estrellas ha descubierto el año 1933: la francesita Jacqueline Francell, feliz i n térprete de La chocolaterita, Noches de gran ciudad y Rápteme usted; la húngara F r a n ziska Gaal, hallazgo de K a r l Boese en Paprika y Verónica; la americana Helen H a yes, que reveló su temperamento dramático en El pecado de Madelon Claudet, La hermana blanca y Canción da Oriente; Diana Wyuyard, e l lirio de Liverpool trasplantado ya a Norteamérica, magnífica protago- j nista de Cabalgata; la alemana M a g d a Schneider, admirable ingenua de Las telefonistas y Liebclei, y Martha Eggerth, alema- na también, que ha batido el record, con ocho, películas, proyectadas al calor del éxito ob- tenido por Una canción, un beso, tina mujer. Y dos astros: el inglés Charles Langhton, ¡doctor Moreau de La isla de las almas per- didas, y Nerón de El signo de la Cruz, yl el francés liarles Boyer, tan flexible, que! lo mismo defiende el dramatismo de l uinidios que la frivolidad de Yo y la Emperatriz. Las películas españolas fabricadas en el extranjero siguen siendo tan mediocres como siempre, con la única excepción de ¿as producidas bajo la vigilancia de Catalina B a r cena, Martínez Sierra y López Rubio. Primavera en otoño y La viuda romántica nr 1 t 1

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