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ABC SEVILLA 30-04-1964 página 65
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  • EdiciónABC, SEVILLA
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a 8 C. N. a 18.926 J U E V E S 30 DE ABKíí, DE 1964. EDICIÓN DE ANDALUCÍA. PAGINA 85. FUERON BENDECIDOS UN MONUMENTO A LA INMACULADA, UN NUEVO TEMPLO PARROQUIAL Y DIVERSOS SERVICIOS MUNICIPALES ¡El señor Utrera Molina impuso al lcald 3 de la primera de dichas localidades la encomienda del Mérito Civil ctos presididos por el cardenal, i! ooberilr civil y el presidente de la Diputación, en ta luisiana y lantejuela Sevilla al día HOY HACE 25 AÑOS Por no amoldarse a las exigencias de la educación de la nueva España, era sancionado el inspector de Enseñanza Primaria de Pontevedra. Comenzaba a hablarse de Danfzig. L e Temps escribía que Polonia no debía resignarse a ninguna fórmula transaccional sobre el problema. En el trascoro de la Catedral era instalado el aparato de primera clase para el sot lemne triduo que había de celebrarse anta la venerada imagen de Jesús del Gran Poder en acción de gracias por la liberación de España. La esposa de don Joaquín Vázquez Torres, nacida Teresa Parlado Ybarra, recibía una niña, séptimo de sus hijos. Huesca se adhería a la iniciativa de Pontevedra para que le- fuera rendido un homenaje al Caudillo y se le hiciera entrega de la Espada de la Victoria El alcalde de Sevilla expresaba al Gobierno la gratitud por la distinción otorgada a su Patrona, la Virgen de los Reyes. En la calle Marina, de Barcelona, era descubierto un importante depósito de armas largas, municiones y bombas de mano. L a Asociación de la Prensa, de Madrid, temaba el acuerdo de abrir un comedor para familiares de periodistas asesinados por los marxistas. 4 De Sevilla partían muchas personas con dirección al Santuario de la Virgen de la Cabeza, donde iba a tener lugar la tradicional peregrinación. En la Academia de Sargentos, de San Ro. que, se celebraba la solemne consagración al Sagrado Corazón de Jesús. se apiñaba en la aceras de las calles y vitoreaba a los ilustres visitantes. El párroco, don Juan, Sánchez BarraHabf á secciones delegadas de Enseñangán, y ei coadjutor, así como la Junta de za Media, habrá escuelas- municipales en gobierno. de la Hermandad de la InmacuÍLos Remedios. A tal fin, el Ayuntamiento, lada Concepción, recibieron a la puerta del reunido en sesión plenaria, acordó ceder templo a las autoridades, quienes penetraron en ei interior y oraron breves momen ps terrenos necesarios. tos. El hecho, que es grato en términos abDespués, a Pie, se trasladó el cortejo ísolutos, no lo es tanto en un sentido reíahacia i wo. Y, verdaderamente, creemos no. apa- consta ei nuevo mercado de abastos. Este de veinticuatro puestos, de los que gar, el eco del aplauso si cada ves que se sieteson de carne, tres de pescado, diez inauguran unas escuelas o se ceden terrede fruta y verdura, uno de ultramarinos, nos para construirlas advertimos de la vi- mercería y bar, así como cámaras para pescado y carne. E l cardenal arzobispo yulencia del mal y de la lentitud de los bendijo el mercado, trasladándose al nuevo remedios. Inevitable es la comparación matadero, que bendijo también. entre uno y otros, para concluir con, la Inmediatamente después el doctor Bueno preocupaéa convicción de que. como no se Monreal, los señores Utrera Molina y Lasso arbitren soluciones más rápidas y extensas de la Vega, así como sus acompañantes, se nunca acabaremos de sofocar, este escurridirigieron a la Plaza de la Inmaculada dizo problema. Concepción, en la que se encuentra el monumento que, iba a ser bendecido. E l Ayun! No deja de ser paradójico que se nos tan: iento de La Luisiana acordó la erección ¡ocurra decir estas cosas precisamente cuan- de este monumento en acción de gracias ¡do se da un paso positivo nq hablamos por el feliz final de la campaña emprendida contra el chabolismo en la localidad. chora de dimensiones- -hacia la tan distante meta. Y en la práctica parece como El doctor. Bueno Monreal procedió a ¡si acogiéramos con cajas destempladlas esos bend r ieí- -níónumento. En el centro. dé magníficos acuerdos, que sólo felicitaciones la plaza se encontraban todas las primeras autoridades, y un gran número de persomerecen. Tengan ustedes la seguridad de ¡ue nuestro más vehemente deseo es el de nas se congregaban alrededor de aquélla. Después de la bendición, el secretario felicitar, felicitar mucho, sin tregua. No desesperamos de multiplicar ios benepláci- del Ayuntamiento de L a Luisiana, don tos, por lo mismo que prevemos, nuevas José María Amosa, leyó el acta del acuerpor el se dispuso cesiones de terreno, más construcciones es- do municipal, imagen, que como el dar la erección- de la así a colares de todo orden y por todos los ba- la plaza el nombre de la Inmaculada. rrios que las precisen... Lo que ocurre es A continuación, el párroco, don Juan que uno mo anda muy allá de imaginación Sánchez Barragán, pronunció unas breves y le cuesta, mucho trabajo escribir como no palabras, en las que agradeció el eslo y la sea sobre argumentos muy concretos. cooperación de todas, al hacer patente e ¿espíritu mariano d? la población. Expresó, Decisión buena, justa y por. demás eletambién su agradecimiento á las autoridafante ha sido el otorgamiento de la Medalla des, por sus esfuerzos y su dedicación consde la Ciudad, en su categoría de bronce, tantes, y dijo que el monumento sería un a fin meritísimo plantel de artistas y artesaludo mariano a todos los caminantes T sanos vinculados a nuestra Semana Mayor. peregrinos que pasaran por el pueblo. Terminó diciendo qu la visita del cardenal y QUINTAVAL, las primeras autoridades provinciales consM os actos celebrados ayer en tituiría un recuerdo perenne. Fue muy aplaudido. La Luisiana y Lantejuela A continuación, el cardenal hizo. uso de la palabra. Dijo aquella era. cier Ayev por la tarde, el cardenal arzobispo, tamente, una ocasiónque gran gozo, porque de doctor Bueno Monreal; el gobernador civil, era símbplo y expónente de toda una etapa señor Utrera Molina, y el presidente de la histórica: veinticinco años de paz, presiDiputación, señor Maestre y Lass de la Vega, se desplazaron a las localidades de- didos por el afán de superación, rectitud de intenciones. Esta etapa tenía que; dar La Luisiana y L a Lantejuela. En la prisus frutos, Y en L a Luisiana los ha ciado: mera de ellas ei cardenal bendijo el. nuevo mercado de abastos, así como el matadero y un monumento a la Inmaculada concepción. También en L a Luisiana el gobernador civil impuso al alcalde, don Ramón Freiré, las insignias de la encomienda de la Orden del Mérito Civil. En L a Lantejuela el doctor Bueno Monreal bendijo la ¡nueva parroquia de la localidad, bajo 252 va? mejor sitio Atenida certiro ¡l i A l llegar al límite de L a Luisiana, el cardenal, ei gobernador civil y el presíCnií Roja, 170 m edificados adapíabls dante de la Diputación fueron recibidos para negocia, corriente industrial, teteíeno por las primeras autoridades locales, en agTia en tocia U dependencia unión de las cuales hicieron su entrada en c SE VENDE 2 el mercado, el matadero y, sobre todo, el monumento a la Virgen. Dijo también el doctor Bueno Monreal que ha de ser afán de todos la promoción, la elevación de los niveles de la vida. Para, ello, hay que contar con tres pilares fundamentales: por una parte, una firma l l a mada espiritual, el sentirnos hijos d 3 Dios, fundar nuestros corazones en lo sobrenatural, para, que nada nos desalientey haya así lugar para toda superación. Por otra parte, es preciso un aumento del sentido social, la conciencia de formar, una comunidad, de estar insertos en una gran familia. En nosotros juega, un papel el egoísmo, pero también está eii nuestra naturaleza el ser sociales, y sólo unidos podrá ser eficaz nuestra vida. Por último, hace falta édüílcar sobre el trabajo, que es una ley ue Dios ha impuesto al género humano y es el sello de l a dignidad de l a persona Los que no trabajan- -dijo el cardenal- -no podsfei mirar cara a cara a sus. semejantes, porque no gozarán d e í honor que stspone ¡ser útil a los demás por medio der trabajo. E l trabajo es una ley dura, que no encuentra a- veces la debida, comnensación en este mundo. Pero es una ley que nos hace hijos de Dios y nos gana día a día la Gloria, porque Jesús quiso ser un trabajador, y así elevó el trabajo al orden sobrenatural. Terminó sus palabras el cardenal con unas bellas frases, en las que reiteró su satisfacción y su gozo, y exhortó a todos a perseverar en la línea de trabajo honrado y la hombría de bien. Una gran salvade aplausos rubricó los palabras dél- doctor Bueno Monreal. Terminado este acto, todas las personalidades se trasladaron al Ayuntamiento, donde- tuyo lugar el acto de imposición dt las insignias de lai encomienda del Mérito Civil al alcalde de L a Luisiana. Ocupó la presidencia el cardenal. arzobispo. A su derecha se sentaron el gobernador civil, señor Utrera Molina, y eí diputado provincial y alcalde de Ecdjs. señor De oto Oebállos. A su izquierda se hallaban el alcalde galardonado, el peeÉiáfOtg BS 5 gtílá B. on Miguel. Maes

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