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ABC SEVILLA 21-03-1985 página 42
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ABC SEVILLA 21-03-1985 página 42

  • EdiciónABC, SEVILLA
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42 ABC Jerez, Salamanca, Eibar y el Puerto son las caras de un cuadrado que ha terminado en tragedia. Una presunta historia de amor, celos y odio que dio ayer paso negro cuando Rafael Soto Moreno (Rafael de Paula) pasaba el umbral del centro penitenciario del Puerto. Eran las cuatro menos diez de la tarde cuando el popular diestro ingresaba en prisión. Llegaba como detenido- -palabras textuales del director del presidio- -por tentativa de asesinato una acusación que de ser aprobada le acarreará Puerto de Santa María una concuna entre 18 y 30 años de reclusión. Paula, ropa de sport bajo un loden verde, estaba pasando, pasa, los peores momentos de su vida. Por eso a nadie en el penal le extrañó su abatimiento, su seriedad, su preocupación. El, héroe de Jerez, quedaba en prisión como presunto inductor del intento de asesinato de José Gómez Carrillo, un hombre que al parecer mantiene vinculaciones sentimentales con la esposa del torero, con Marina Muñoz, según se afirma en Jerez. La tragedia- -detención, posterior acusación y pase al penal, al recinto de preventivos- -com e n z ó a fraguarse el pasado día 8. Por esas fechas, dos individuos al parecer con antecedentes delictivos, después de cruzar España de Norte a Sur, del País Vasco a Cádiz, se personaban en el domicilio portuense de José Gómez Carrillo, ex subdirector de juego del Casino de Bahía de Cádiz. Parece que sin mediar palabras, dichos sujetos agredieron al citado Gómez Carrillo, quien fuera jugador del Cádiz a mediados de la década de los 50, propinándole tres navajazos que causaron al ex empleado del Casino heridas de carácter leve, superficiales. Susto y ataque que por lo visto no motivaron que José Gómez Carrillo diera el lógico paso hacia la presentación de la denuncia. ¿Por qué? La explicación de la calle, la vox pópuli apuntaba y apunta que Marina Muñoz esposa de Rafael de Paula, mantiene vínculos sentimentales con José Gómez (extramo que no ha sido probado) Lógicamente, pese a que, al parecer no presentara la pertinente denuncia- -hecho que no ha podido ser comprobado en fuentes oficiales- la Policía tomó cartas en el asunto. Se ataron cabos, comenzaron las gestiones y varios días después eran detenidos en Salamanca, en el transcurso de un servicio efectuado por agentes de aquella localidad y ios policías portuenses, José Rodríguez Zafra y Oswaldo Prado Jiménez, ambos con antecedentes penales y domiciliados en Euskadi Los dos presuntos autores del intento de asesinato pasaron por ¿os correspondientes interrogatorios policiales, careos que al parecer, en breve dieron fruto: ambos, parece ser, confesaban haber actuado por encargo de Enrique Barralde, íntimo amigo de Paula y empresario de a plaza de toros de Eibar, así como, dicen se declararon apasionados paulistas. Con un hilo en la mano la Policía buscó la madeja. Rápida 1 mente se relacionó a Gómez Carrillo, el agredido, con Rodríguez y Prado los agresores; a éstos con Barralde; al empresario, con Rafael de Paula y al diestro con su mujer. Marina Muñoz. Todo el entramado ponía en escena, según los rumores, un frustrado crimen pasional, acusación que, por supuesto, se tendrá que probar y sobre la cual tan sólo puede dictaminar el juez. DETENCIÓN EN EL PUERTO Las investigaciones tomaron más cuerpo y los responsables policiales decidieron retener a Rafael de Paula para que el matador pusiera luz en este turbio sar -y acató serenamente la petición de los agentes. Tan sólo pidió un favor, que le fue concedido: trasladarse al hotel Los Cántaros donde dejó el traje de luces por uno de calle. Del hotel a comisaría. Según pudo saber A B C al parecer la detención se iba a practicar antes de que se iniciara la corrida, pero el temor a que se originara un altercado de orden público dio paso al retraso UNA NOCHE EN COMISARIA En un coche K un camuflado, se hizo todo el trayecto. Desde el ruedo- -según un despacho de la agencia Europa Press, mu- En un plazo de setenta y dos horas debe ser puesto en libertad o procesado Con él ingresó en prisión el empresario de Eibar, Enrique Barralde a s u n t o Así llegamos al martes 19, festividad de San José. E n el coso taurino del Puerto había cartel de gala. Un joven chiclanero, Emilio Oliva, tomaba la alternativa; de padrino un clásico de la tauromaquia actual, el gitano Rafael de Paula, de morado y oro; mientras que como testigo estuvo José Luis Galloso. Toros de Gabriel Rojas en el ruedo y fiesta grande en las cercanías de L a Puntilla. Todo iba normal. Éxito, calor y color en la fiesta Terminó la corrida, que dejó buen gusto, y la negra historia que contamos entró en otro acto. Cinco inspectores de ia Policía, y no tres como se ha venido afirmando, se acercaron al maestro de Jerez. Eran las ocho y media de la tarde. Paula los atendió, conversó con ellos en el patio de cuadrilla- -ante la atónita mirada de los dos peones de confianza. Andrés Luaue Gago y José Luis Sánchez; hay rumores de que un miembro de su cuadrilla comentó: Esto tenía que pachos de los curiosos que estaban congregados en esos instantes en as cercanías del patio de cuadrillas pensaron que Paula había dado con el percal y la franela, una espanta, hecho que motivó la presencia de la Policía- -al hotel y de allí a la comisaría. Sereno, tranquilo- -por lo visto, en un lugar preferente del recinto policial- -pasó la noche. Hasiendo vela estaban, lógicamente, sus abogados, familiares y amigos íntimos y, como no, un buen aúmero de curiosos y periodistas a quienes, comenta una informaInformación realizada por: e Francisco Navarro, enviado especial. Jerónimo Roldan, corresponsal en Jerez. Enrique Fa cón, corresponsal en Jerez. Antonio Yé amc, corresponsal en Cádiz. ción de la agencia Efe, no se les permitió el paso. Fueron once largas horas en la comisaría portuense hasta que las 12,45 de la mañana, también en el correspondiente vehículo policial, Paula recorría los dos kilómetros que separan el lugar donde pernoctó del Juzgado de Instrucción número 2 del Puerto de Santa María. E l diestro gitano, cumplidas las diligencias policiales, se disponía a pasar otro desagradable tramo de esta historia: declarar ante el juez. El Juzgado del Puerto, pegado al Guadalete, parecía una feria. Cientos de curiosos en los alrededores, numerosas cámaras fotográficas y tensión a raudales eran las notas predominantes. Grupos cubriendo las dos puertas, rumores corriendo como la pólvora y miles de suposiciones en el aire. Mientras, dentro de ese novísimo y feo edificio, el juez Manuel Grosso Herranz tomaba d e el a r a c iones a Rafael Soto Moreno, a Rafael de Paula. Qué se habló allí queda, lógicamente, dentro de los subjudice y del mayor secreto. En el sumario. No obstante, fácil se hace imaginar la crudeza de los momentos y algunas de cuantas interpelaciones p u s i e r a el juez sobre el tapete. Desde ese instante todo se volvió especulación. También, al parecer llamada por el juez, se dio cita en el número 2 Marina Muñoz, esposa de Rafael de Paula, quien por lo visto postergó su declaración para hoy jueves, ya que, según rumores, ayer no estuvo acompañada por su abogado. Junto al matrimonio, otro hombre fue interrogado por el juez Manuel Grosso Herranz. Se trata de Enrique Barralde, empresario de la plaza de toros de Eibar e íntimo amigo del matador encarcelado, sobre quien por lo visto también pesa la acusación de inducción al asesinato. Según rumores de la calle hubo un careo entre Paula y Barralde, hombre que fue detenido en la provincia en

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